Capítulo 66 Hay que encontrar el Santuario

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Capítulo 66 - Hay que encontrar el Santuario

Era sorprendente como en apenas unos instantes, muchas imágenes habían pasado por su cabeza, hasta el punto de doler. Harry no daba crédito a lo que había visto, ¿Cómo pudo pasar? ¿En qué momento? ¿Qué había sido de John? ¿Qué le había pasado a aquel chico? ¿Por eso Mérula consideraba que era peligroso? Solo sabia una cosa, su pérdida de control fue absolutamente terrible.

No fue hasta que las goteras de las mazmorras captaron la atención de su oído cuando finalmente su mente volvió al presente. Había presenciado aquel ser impulsivo y sin control que yacía en su interior, siempre ansioso por salir y entrar en acción. Alguien que si se descarriaba podía herir gravemente a otros o incluso…¿matarlos?

Sacudió la cabeza, un simple recuerdo había logrado lo que ninguna película de terror había hecho antes: darle miedo. Lo peor era que se trataba de sí mismo.

Cierto era que, haciendo memoria, solo tenía esos impulsos en determinadas ocasiones, como podía ser al borde de una derrota, o que Voldemort estuviera cerca de él (como había ocurrido tanto a finales de su primer año como en el segundo). No, había más…

Todo cuanto tiene que ver con él me impulsa a actuar así…- pensó Harry, llevándose las manos a la cabeza.

- ¿Potter? -

Alzó la mirada. Hacía unos minutos, en esos recuerdos que había olvidado, (¿o se lo habían quitado? Ya no lo sabía) el mismo individuo que estaba frente a él le había convencido de detenerse, de hacer una rápida reflexión para entender que Patricia Rakepick le había engañado. Tres Slytherins persiguiendo a una organización que trabajaba para Voldemort, ¿había mejor prueba que esta de que lo que definía a las personas eran sus acciones? Al principio lo dudaba, pero entre Malfoy y su recuerdo recién recuperado le daban a Harry una buena razón para creer en ello.

Era sorprendente que entre ese momento y en el que se encontraban les separaran cinco años. No era lo mismo, había aprendido que era un mago, que existía toda una comunidad de gente como él, una escuela donde aprender a darle uso a sus poderes…y entre el aprendizaje, estaba uno en específico para dominar unos poderes que nadie más, a parte de él, poseía.

Aun así, también se sentía un poco contrariado. ¿Ellos sabían lo que pasaba en la casa de sus tíos? ¿el tormento por el que había pasado en aquel lugar y en su escuela muggle?

- Dígame…- dijo Harry, mirando los ojos oscuros de Snape. - ¿ustedes lo sabían? -

- ¿Hm? -

- ¿Lo sabían? - repitió Harry, empezando a impacientarse. - ¿Lo que pasaba conmigo en casa de los Dursley? ¿En la escuela muggle? ¿Y qué pasó con todo el desastre que provoqué cuando Dudley y su banda me acorraló? -

Sin perder la compostura, y con la misma tranquilidad con la que siempre se dirigía a los alumnos en clase, Snape dijo: - Si, Albus y yo analizamos la memoria para ser más cuidadosos con tu…protección. - se levantó de su silla y empezó a ordenar algunos frascos con pociones, mientras seguía hablando. - Fue muy afortunado que solo Rakepick conociera tu identidad. Dumbledore tuvo que dar varias explicaciones a los aurores, convenciéndoles de que el mago oscuro al que intentaron arrestar había sido derrotado por él. -

- Los aurores…- recordó Harry. - Dos de ellos me alejaron de la ciudad para pelear conmigo. Luego apareció…ella. ¿Qué pasó con los aurores? -

- ¿Tu qué crees? - preguntó Snape en tono sarcástico, al mismo tiempo que colocaba un caldero encima de la chimenea, a la cual prendió fuego. - Están muertos. -

- ¿¡Que!? - inquirió Harry, sin poder creérselo.

- Así era Rakepick, - dijo Snape. - primero humillaba a sus oponentes, y si no podía sacar ningún provecho de sus vidas pues acababa con ellas. Después de matarlos transfiguró los cadáveres en piedra, para ocultar las pruebas. Los aurores tardaron tres semanas en encontrarlos y transfigurarlos nuevamente para poder darles un entierro digno. Fue una lástima…Myers y Spooner fueron de los mejores aurores en tiempos recientes, pero la maldita Rakepick era muy hábil y astuta…- con su varita llenó de agua el caldero de la chimenea. - Debí acabar con ella en Groenlandia…-

Harry Potter - El Heredero de GryffindorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora