Tres

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Segundo día de clases y yo sigo siendo el bicho raro de la prepa.
-Hey.-Jack se puso a mi costado sin tocarme.
Mi expresión cambio al ver su rostro con un moretón en su ojo y un hematoma en su mejilla.
-Siento que mi hermano te haya hecho eso.-Baje mi mirada con vergüenza.
-Si tuviera una hermana como tu, sinceramente, seria peor.-Sonrió.
Reí tímidamente intentando alejarme de el, no quería que Nash interviniera, no quería lastimarlo.
-¿Que clase te toca?.-Me sonrió.
-Matemáticas.-Nisiquiera voltee a verlo.
-Que mal Beth, nos vemos luego.-Dio vuelta en sus talones y se alejo de mi.
Di un suspiro y empecé a buscar sobre hombros la puerta, mientras estaba distraída, mis libros se desplazaron por el suelo al chocar con una persona.
-Mierda, fíjate.-Me agache sin mirar a esa persona a los ojos, me dispuse a agarrarlos pero esa persona hizo movimientos mas rapido y los levanto mas acelerado de lo que me di cuenta, en un ruspiro el estaba derecho con mis libros en sus manos a lo que yo seguía agachada.
-La que debe fijarse eres tu.-Lo mire a los ojos y el me lanzo una media sonrisa.
Frunci el ceño abrió los labios y supe que iba a hacer una pregunta.

-¿Como anda Nash?

¿Nash?

-¿Como conoces a Nash?.-Frunci mi ceño estrechando los libros contra mi.
-Somos colegas.-Subió su menton.

Me di cuenta que tal vez era cierto por que Nash no le dice "amigo" a nadie por que no confía en esa palabra, solo les llama "colegas".

-¿Te comió la lengua el gato?.-Rió.
-Quiero pruebas.-Torcí mis ojos caminando.
-Mira niña, más te vale contribuir, no quiero batallar contigo.-Camino a mi lado.
-No me digas niña.-Bufé.-¿Quién mierda eres?.-Lo mire a los ojos y el elevó una ceja.
-¿Con esa boca comes?.-Pregunto y yo torci los ojos.

Después de estar tiempo con el me di cuenta que era un chico cerrado, de pocas palabras, como Nash.

(...)
Escuche mi nombre a lo lejos, era ese chico compañero de Nash caminando hacia mi.
No me preocupe por preguntarle su nombre pero era hora de preguntarle.
Al ver que se acercaba tan lento hacia mi decidí seguir caminando hasta que siento que en menos de 10 segundos ya estaba en mi costado caminando a mi lado.
-¿Me dirás tu nombre?.-Lo mire.
-Sam Wilkinson.
Asentí la cabeza y espere el auto de Nash.
-¿Que esperas?.-Sam me preguntó molesto.
-A Nash.-Dije en tono modesto.
-Yo te llevare.-Camino delante mio.
Reí sin gracia en voz alta y el me miraba frunciendo el ceño.
-No me confiare de ti.-Frunci mi ceño.
-Lo peor de todo, es que no puedo hacer que colabores a la fuerza.-Saco su celular tecleando un poco y poniendo su teléfono en su oreja. Intente escuchar lo que decía pero era inútil. Torci los ojos y me aleje de el lo más que pude.

-Vamos.-Su mano hizo fuerza contra mi espalda.
-Idiota.-Torcí mis ojos.

En todo el camino el no dijo nada, ni yo tampoco. Nunca acostumbro a empezar una conversación, menos con alguien que nisiquiera conozco, mucho menos a alguien sumamente atractivo.
Cuando contemplaba su perfil perfecto, veía caer un mechón en su rostro haciéndolo jodidamente sexi.
Me sorprendió verlo y me fruncio el ceño.
-¿Que tengo en la cara que te me quedas viendo tanto?.-Paso su mano por su rostro.
-Oh nada, sólo un mosquito.-Apreté mis labios y baje la mirada.
-Llegamos.-Sam nisiquiera una seña ni un gesto, solamente me dejo en la puerta de mi casa y giro en sus talones para alejarse.
Abrí la puerta de mi casa y fui por algo de comer sin dejar de pensar en ese chico. No sabía quién era si era verdad lo que me había dicho y porque me acompañó hasta acá.

Not enoughDonde viven las historias. Descúbrelo ahora