Cinco

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Siento que un brazo me empieza a sacudir para despertarme.
-Beth, despierta, tienes que ir a clases.-Nash retiro la cobija de mi cuerpo haciendo que me estremeciera.
-¡Ughhhh! ¡Nash!.-Me levante de un solo golpe.
Camine hacia el armario y Nash me bloqueo el camino con su brazo mientras me miraba.
-Ya vi como te gusta Samuel, mejor no te ilusiones, no es un chico muy amigable.-Me miro directo a los ojos con esas iris azules.
-¡No me gusta!.-mentí o eso creo...
Nash torció los ojos y salió de la habitación con una media sonrisa y con los ojos en blanco.
Al abrir el armario, cambiarme y alistarme, estuve pensando que tal vez Nash tenia razón, Sam no era muy amigable, se ve que es un chico de sexo y deudas. Pero esos ojos, esa sonrisa, esos brazos, ese tacto, no me deja pensar con claridad.

Baje, no me encontré con Nash, agarre un pan y me hice un lonche, escuche el clacson desde afuera de la casa, me sobresalte y me dirigí hacia la puerta con el emparedado entre mis dientes apunto de caerse.
Al entrar al auto, Nash aceleró y el maneja como un loco, pero respeta las señales, ya esta metido en bastantes problemas como para meterse en mas.
Cuando llegamos a la preparatoria Nash me dio sus reglas, no chicos, solo Sam. Sam, Sam, Sam. <<Todo es Sam. Vayanse al carajo.>>
Nash miro a Sam que se encontraba en la entrada para encontrarse conmigo, ya que su nuevo trabajo es cuidarme, ya que Nash es mayor de edad y no estudia en mi institución, sabrá Dios en que se dedica, pero espero que sea algo sano.
Sam al verme no hizo ni un gesto, solamente camino a mi costado su rostro me reflejaba muchas cosas que ocultaba.
-¿Que clase te toca?.-Rompí el silencio.
-¿Importa?.-Nisiquiera volteo a verme.
-Yo intentando sacar un tema de conversación con un maldito gorila como tu, ¿Y tu me tratas así?.-Acelere el paso, negué con la cabeza y sentí una gran fuerza haciéndome para atrás.
-Historia Universal.-Me sostuvo de mi mochila y yo sonreí.
Fue reconfortante saber y darme cuenta estaríamos juntos en el mismo salón.
Negué con la cabeza y entramos al salón, yo iba a sentarme en las dos primeras filas y Sam me estira del pantalón haciendo que cayera exactamente en una silla, alado de el.
-¿Quieres pasar tiempo conmigo? Te estoy haciendo el favor.-Me guiño el ojo tomando asiento.

¿Como mierda sabe lo que sucede en mi cabeza?

-Yo conozco de pies a cabeza las chicas como tu.-Puso su brazo en la mesa haciendo que su rostro estuviera a unos centímetros de el mio, baje mi mirada un poco sonrojada y frunci el ceño.
-Cállate.-Torci los ojos y ladee mi cabeza.
-No me conoces.-Rei irónica.

Beth en multimedia

Not enoughDonde viven las historias. Descúbrelo ahora