-Eres de esas chicas que juega sucio con un chico que sabe jugar.-Se recargo sobre sus brazos.
Me quede pensando un momento lo que hice, le dije cosas al oído mientras estaba encima suyo.. Soy Beth Hamilton Grier, tímida y difícil, pero por alguna extraña razón cuando estaba con el era diferente.
-Sabes perfectamente que no dejas de pensar en mi en todo el día.-Sonrió sinicamente.
-Tu forma de ser atrae, eres un chico malo, eso atrae a las mujeres, ¿Sera por eso?.-Reí sin gracia.
-Sabes, cuando no puedo contra una mujer, intento y intento, se vuelve un capricho.-Se puso de pie.
-¿Así que soy un capricho?.-Toque su rostro.
-No, tu ya estas a mis pies.-Me dio un beso en la frente.
-Sueñas.-Le mande un beso de lejos y baje las escaleras.
-Eres interesante.-Bajo atrás de mi, cuando gire mis talones su cuerpo se encontraba pegado al mio.
-De todas maneras, da igual.
<<mis sentimientos son un juego, vine aquí a hacer un proyecto, y es lo que hicimos, pero acabamos desafiandonos>>
Aleje su pecho de mi cuerpo.
-¿Haras tu papel de chica complicada?.-Río recargándose en la pared.
Escuche la bocina de el auto de Nash, sonrei ladeandome.
-Adiós Wilkinson.-Le di un golpesito en su nariz para salir por la puerta.
Al abrirla estaba el auto de Nash enfrente de la puerta, agarre el proyecto y entre en el auto.
-Hola linda ¿Como te fue?.-Nash me dio un beso en la frente.-¿Que te paso en la oreja?.-Toco la oreja en la cual Sam había mordido.
-Me pico algo y me rasque.-Empecé a tocarla.
Negó con la cabeza, apretó sus puños haciendo que viera sus nudillos de tono blanco. Algo andaba mal.
-¿Y Kiara?.-Frunci mi ceño.
-Callate.- Apretó sus cejas.
-¿Que paso?.-Puse mis manos en mi cabeza.
Se quedo en silencio, tenia miedo de que explotara, pero es mi hermano...
-Explicame.-Mire su perfil.
-Me sente a tomar algo con ella y cuando me acerqué, vi algo extraño. Había un chupetón reciente, y recientemente había estado con Sam.-Suspiro.
-El no tiene la culpa, no sabia que Kiara y yo eramos novios.-Freno.
-¿Novios? Nunca me lo dijiste.-Lo mire.
-No podía, debiste haber supuesto, todo el tiempo estábamos juntos.-Cuando a Nash le enfurece algo, mueve sus labios y aprieta su quijada.
-Nash, si sabias como era ella ¿Por que te acercabas?
-Porque ella necesita creer que la amo.-Grito y golpeo el volante tan fuerte que hizo que la vocina se trabara.-¿Es tan difícil entenderlo?.-Arreglo al instante lo de la vocina.
-No.- Baje la mirada.
Trago saliva y antes de lo que había pensado ya habíamos llegado a casa.
Nash salio de el coche enojado y dio un portazo.
Me sobresalte, me quede pensando por un largo rato lo que paso con Kiara y Sam, ¿Sam hizo eso? Era obvio, Kiara es una regalada y Sam un chico malo, la combinación perfecta, que se vayan al carajo. Ellos dos.
