Pensé que está vez sería una jornada de "trabajo" más calmada y "normal" pero algo siempre se tenía que joder.
Estaba abajo con Denver y Palermo cuando escuchamos unos ruidos arriba; gritos incomprensible y luego nada, absoluto silencio. Los tres compartimos miradas, Palermo quien era el más ansioso de nosotros intento avanzar
— Esas hijas de las remil putas —
— He,no, espérate — Denver le tapó el camino con su brazo y me miró — mejor ve tú Londres que somos de sangre caliente —
Bueno, al menos lo aceptaban. Asentí y con el arma lista por cualquier cosa empecé a subir las escaleras, iba a la mitad cuando me encontré con el rostro espantado de Estocolmo, ella quería hablar pero negué e interrumpí.
— Está bien, voy yo, asegúrate de que esos dos estén aquí abajo ¿Bien? —
— Por supuesto —
Seguí subiendo, ya no había voces en gritos o en tonos altos solo golpes de vez en cuando y luego silencio. Logré identificar rápidamente que esos ruidos venían de la oficina del teléfono rojo. Nada saldría bien de eso.
Intentando conservar la calma e imaginar el escenario menos alarmante abrí la puerta y entonces lo ví; Nairobi y Tokio apuntaban a Berlín que estaba amarrado a una silla, lo miré confundida, él sonrió burlón.
— ¿Vienes a la fiesta? Adelante pasa, que esto apenas empieza —
— ¿Qué chingados está pasando? — pude reconocer la intensión de Tokio en apuntarme y rápidamente levanté el arma. Nos apuntamos mutuamente mientras Nairobi seguía en Berlín.
— ¡He,he! ¡Para tía que es Londres! Estamos contra el patriarcado no contra nosotras mismas, joder —
— Londres ¿Estás con nosotras o en contra ? — me quedé en silencio, no entendía nada.
— ¿Y así apoyan el feminismo? ¿Apuntando a otra mujer? Vaya que no logro entenderlas —
— ¡Tú cállate que no estamos hablando contigo Berlín! — la interrumpí
— A ver Tokio, solo quiero saber que está pasando — dió un paso hacia mi
— ¿En contra o a favor? — me desesperé e hice exactamente lo mismo que ella mientras la puerta se cerraba detrás de mi.
— Yo no vine a jugar a las pistolitas que eso se los dejo a los idiotas sin cerebro, solo quiero saber que diablos está pasando ¿Por qué le apuntan a Berlín? Es más, para que no sientan que las amenazo — bajé el arma lentamente hasta que dejé de apuntar — ¿Lo ven? —
— ¡No! ¿Pero que haces? —
— Berlín, de los dos tú eres el que no puede ni moverse para escaparse de esto —
— Buen punto —
— ¿Me van a explicar? —
— Es un golpe de estado — empezó a decir Nairobi, bien, ella era la parte razonable y Tokio la que seguía órdenes. Podía manejarlo — No es un puto secreto que Berlín ha estado cagando todo con sus decisiones, que aislar a los rehenes, que dejar a Palermo a cargo, que pim que Pam ¿Y no es injusto? ¿Que pongan a cargo todo el tiempo a los hombres que piensan con la cabeza de abajo y no la de arriba? Ah,ah, no,no yo no lo permitiré así que esto se convertirá en un Matriarcado y yo tomaré el mando —
Me quedé en silencio, era un buen discurso y no estaba ni a favor ni en contra así que respiré hondo y sin importarme que Tokio me disparará avance un poco.
— ¿Y el Profesor lo sabe? —
— No, Berlín estaba por ayudarnos en el cambio al nuevo régimen ¿No es cierto? — Tokio ya no me apuntaba sino que cambio de rumbo hacia él. Sonrió.
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Un nuevo castigo [Berlín]
FanfictionEsta historia está basada en la serie La Casa de Papel, solo que en está Berlín nunca murió. Todo gira en un atraco donde se mezclan los sucesos de la primera y la tercera temporada. Los personajes no me pertenecen excepto Londres.