"Se merece el universo entero y me escogió a mí"
- Avenida 749
No se aceptan copias o adaptaciones.
Está obra es completamente de mi autoría, no acepto adaptaciones o copias de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mihrimah se encontraba frente a la casa con un libro en sus manos, leyó aquella frase una vez para memorizarla mientras que Fahriye la veía desde adentro con una sonrisa. Apenas era el segundo día en ese mundo tan extraño que intentaban adaptarse a su nueva forma de vida sin olvidar de donde venían. La sultana del sol y la luna había demostrado un gran avance en varios materias en tan pocos días y su fiel amiga estaba orgullosa de ella.
Emmett platicaba de temas tribales con su hermano quien le hacia burla por no despegar la mirada de la joven, para sorpresa de todos Rosalie se llevaba bien con ambas chicas pues las cuidaba como si fueran sus hijas. Aun no asistirían al instituto de Forks ya que no tenían idea de lo que enseñarían es ese lugar, Mihrimah no se encontraba feliz ante aquella idea creía que los conocimientos que adquirió en su corta eran mas que suficientes.
El patriarca se había encargado en buscar mas información de ambas mujeres, y vaya que era una exhaustiva búsqueda por otro lado Esme estaba feliz de poder usar la cocina para demostrar sus dote culinarios. El lector de mentes estaba confundido por los pensamientos de la castaña, un lugar lleno con jóvenes hermosas que se inclinaban cuando ella hacia acto de presencia.
- Sultana, debe comer - dijo Fahriye.
- Allah, espera un momento solo necesito terminar este capitulo - explico con su vista fijada en el libro.
- No se esfuerce demasiado puede ser dañino para su salud. - la castaña cerro el libro.
- Bien pero debes saber que me siguen debiendo mi te - murmuro. Caminaron al interior de la casa donde la comida las esperaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En el palacio de Topaki, todo era un caos. Los soldados interrogaban a todos los que trabajaban ahí nadie era impune por el momento todos eran culpables. El sultán había ordenado que se buscara en cada rincón del país y en cada ciudad vecina, los puertos se cerraron para que nadie entrara o saliera.
Hürrem se negaba a ingerir alimentos, se preguntaba si su hija ya había comido o si pasaba frio. La desaparición de su única hija fue un golpe duro para ella pero mas para Mehmed quien oraba para que hermana estuviera bien. Rüstem se sentía estafado en cierto modo ya que el había anhelado aquel día donde contraería nupcias con la joven sultana desde que ella era una niña.
- Madre - saludo su hijo mayor.
- Mi león - lo invito a que se sentará - ¿Han encontrado algo?
- No, padre está desesperado por encontrar a Mihrimah. - tomó las manos de la pelirroja - La encontraremos pronto.
- Atención el sultán Süleyman - ambos se levantan ante la mención.
- Hürrem,¿Por qué no has comido? - cuestionó viéndola.
- No tengo apetito, majestad. Pero comeré algo más tarde.
- No quiero que enfermes. Mehmed ven conmigo. - se giró saliendo de los aposentos junto con su hijo.
- Sultana, ella está aquí - comunico Sümbül Ağa.
- Mi señora - se inclinó.
- Viste a mi hija antes de que desapareciera, eres sospechosa mujer. - demandó con firmeza.
- Y no se equivoca, la ella requería mis servicios. - pauso un momento - No le puedo dar detalles pero este segura que ella regresará pero no lo hará sola un hombre la acompañará.
- ¿Qué estás diciendo? ¿Un hombre? - se levantó para acercarse a ella.
- Si sultana, pero no es cualquier hombre. - dicho esto se fue dejando confundida a la pelirroja.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La castaña estaba sentada en la cama de su habitación mientras Fahriye peinaba su cabello
- Sultana, ¿está lista? - cuestionó la pelinegra.
- Fahriye yo nací preparada - dicho esto emprendieron camino a donde estaban todos reunidos.
Carlisle tenía varios libros a su lado para poder hablar con ambas humanas, Alice veía fijamente hacia el horizonte en su rostro apareció una sonrisa que no pasó desapercibida.
- Buenas tardes señores Cullen - saludo la sultana.
- Siéntate Mihrimah tenemos que hablar - hablo Esme con ternura.
- No creo que sea posible que regreses a tu época - la castaña se sostuvo de la pelinegra pata evitar que cayera.
- Mi sultana - la sostuvo para ayudarla a sentarse - Tranquila, respiré.
- No, no - negó - Tiene que ser una broma.
- Temo que no lo es, al menos que deba cumplir la condición por la cual fue enviada a este lugar. - explico Carlisle.
- La mujer no dijo nada y si fuera cierto tendremos que averiguar cual es esa condición. - Fahriye relato lo que había sucedido.
- Mi padre... - susurró, recordando que había dejado a personas importantes atrás por evitar un matrimonio infeliz - Mi madre, Mehmed... Allah¿qué hice? - se lamento.
- Mihrimah, todo estará bien mientras estén aquí nosotros las cuidaremos - Alice trato de tranquilizarla.
- Necesito aire - dijo antes de salir de la casa.
Emmett intento ir tras ella pero Harry lo detuvo, había sido una fuerte revelación que claramente la iba impactado demasiado Mihrimah siempre había soñado con viajar por el mundo con su padre o su hermano mayor e incluso añoraba la idea de tener hijos y que su padre, el sultán jugará con ellos pero ahora todo aquello se había desvanecido.
Su madre le había prometido que se casaría por amor pero cuando le anuncio su compromiso supo que no cumpliría su promesa, estaba condena a un matrimonio infeliz con un hombre mayor que ella. Le pidió a Mehmed que intercediera ante esa atroz unión, sabía que sólo su madre y su padre al igual que Rüstem se verían beneficiados de esa unión.