Tres metros sobre el cielo. Larry Stylinson.

10.

Perfecto día soleado para salir a correr entre amigos. Plan perfecto para Niall y Louis. Las dos siluetas trotaban moderadamente, mientras el ruido de otros tenis chocando en el suelo, las aves y el lago los relajaban.

—¿Entonces no me vas a preguntar como fue?— dice en algún tono Niall.

—¿Cómo fue?—murmura desinteresado.

—Louis si me lo preguntas así no te lo cuento.

—Entonces no me lo cuentes.

Louis decide tomar otro rumbo para seguir trotando, de verdad que esta enojado con Niall. No logra encontrar algo bueno en ese tipo Zyno o Zion o como sea que se llame.

—¡Louis!

Entonces como un buen amigo, Niall lo sigue, reprochándole pero... ¡oh sorpresa! un tipo casi estrella su linda cara por voltearse a ver a Louis, Niall y su mirada azul brillante analizan al hombre ahí detrás que sigue observando a Louis y este nombrado, sin darse cuenta.

—Perdona pero ese pedazo de rubial te acaba de atravesar con la mirada.

—¿Cuál?

Louis sigue corriendo porque sinceramente no le importa si un rubio apuesto le mira. Niall por el contrario se voltea para observar al hombre y darle un pequeño saludo con su mano.

—Y sigue haciéndolo Louis, ¿le perseguimos?— expresa alegre mientras toma el brazo de Louis.

Louis no contesta, solo mantiene su rostro neutral y respira por la boca algunas veces más. Niall lo mira y decide hablar.

—Vale, se puede saber ¿por qué tienes esa cara de culo?

—Por que ayer me dejaste tirado y te fuiste a comer con el poligonero ese.

—Oye guapo, tú no lo conoces... Es un chico con problemas sabes. No tiene dinero tío, su padre le trata fatal, y a pesar de todo eso es un chico muy simpático— la cara de Niall expresa pena y tristeza pero de un momento a otro es reemplazado por una sonrisa con mejillas rosas— Me ha pedido que está noche vaya con él a las carreras.

La cara de Louis es absoluta confusión.

—¿A qué carreras?— pregunta desconcertado.

Niall no contesta su pregunta, pero si le comenta su plan.

—Le he dicho a mi madre que me he quedado a dormir en tu casa. Me dejas la llave bajo la alfombra.

Louis hace un ruido que se interpretaría como incrédulo.

Que piensa este adolescente, que va a ir a un lugar de mala muerte. ¡Pero que va! Que piensa que puede hacer planes sin consultarle cuando el también está implicado.

—Niall, no me puedo creer que me hagas esto.

—¡Vente! ¿Quieres venirte?

—Que no. ¡Que yo a ese ni a su amigo no los quiero ver ni en pintura!

—Pues entonces me temo que tampoco nos veremos nosotros.

—Pero... ¿¡Por qué!?— bien, eso le asusta, no quiere pensar que Niall le dejé de hablar y todo porque esos no saben ser amables y-

—!Porque estoy saliendo con él!— dice con esa linda sonrisa acompañada de brackets, mientras levanta sus largos y pálidos brazos y avanza corriendo con entusiasmo.

Louis sólo puede seguirlo con la mirada. Y luego corre para llegar a él.

—¡NIALL!

***