Tres metros sobre el cielo. Larry Stylinson.

1.

Se encontraba en la corté, siendo juzgado por haber golpeado al maldito amante de su madre. 

No quería estar ahí, odiaba el hecho de no poder controlar su irá. 

La  juez habló.

-De pie el acusado.- Se levantaron el y su abogado. -Este tribunal declara al señor Harry Styles Cox, culpable de un delito de agresión que le condena a 18 meses de cárcel, pena que será conmutada con una fianza de 8,000 euros al carecer de antecedentes penales. Se levanta la sesión.- 

Sin más se levanto de ahí. Podía oírlos pasos de su abogado, su padre y hermana detrás, Gemma dándole su chaqueta mientras él se quitaba el molesto saco que tuvo que usar.

-Harry no puedes seguir así, otra demanda más y vas directo a la cárcel, en serio muchacho, contrólate- dijo su abogado preocupado mientras lo seguía y cargaba su maletín.

- Y yo no seguiré pagando fianzas, no debes golpear gente que se cruce en tu camino hijo, espero que esto te sirva de lección- habló su papá.

Si su padre supiera el porqué ese tipo allá dentro esta golpeado quizá entendiera mejor la situación, pero no, él no lo sabe, y no lo dirá.

-Vale, como ustedes digan y no me llamen Harry maldita sea. -

Se dirigió a trote hacía su moto y la encendió, huyendo de toda esa mierda que lo abrumaba. Se dirigía sin rumbo alguno, solamente quería sentirse en paz.

Salió de la ducha, en solamente ropa interior y una toalla cubriendo su cuerpo. Se aplico crema corporal, seco su cabello y lo peino, también perfume y una poca cantidad de brillo labial, también vistió su uniforme que consistía en pantalones negros, camisa blanca, un suéter de tela negro y el logo de su colegio en el lado izquierdo con zapatos negros y por ultimo arregló su horario escolar.

Bajó las escaleras más rápido de normal con el peligro de caer, y entró a la cocina donde estaban su madre, padre y hermana.

-Buenos días Louis o... ¿buenas tardes? - dijo su hermana Lottie con una risita burlona.

-Ya Lottie, mejor termina tu almuerzo, y déjalo, él sabrá porqué demora, aparte es temprano aun y basta ya con tu sarcasmo que no da risa hija.- 

-Claro papá.- dijo Lottie más seria.

-Querida Lottie, papá tiene razón. Come y calla.- 

-Louis tampoco le hables así. Que les he dicho, por el amor de Dios, no pueden tratarse bien- dijo su padre ya exhausto de esas actitudes.

Saludó a su mamá que se encontraba en la mesa, ya comiendo y también tomó su lugar en el comedor. Luego de devorar sus panqueques y lavar sus dientes subió al auto con su papá y hermana, ya que su madre iba en otro auto.

Subió en la parte trasera pues Lottie había insistido en que ya era mayor para ir de copiloto. Había tráfico y un semáforo en rojo los cuales estaban empezando a estresar a su padre.

-¡Jodido tráfico!- exclamo y de repente abrió los ojos exageradamente y tapó su boca con la palma de su mano y volteando a Lottie quien estaba con una expresión neutro mirando su móvil.

-Perdón, perdón... no digan a mamá que dije eso enfrente de ustedes, ¿si?.- dijo asustado su padre viendo de Lottie a Louis y de Louis a Lottie.

-Vale, no diremos nada.- dijo Louis divertido, pues él ya sabía de palabras así, obvio, estaba a punto de cumplir 18, no era más un niñito. 

Y aunque el trafico sea horrible, el clima no, era un hermoso día soleado. Abrió su ventana y sacó un poco la cabeza disfrutando de el sol en su rostro sin percatarse que llamó la atención de un rizado en motocicleta.

Entre calles y más calles, llegó a una la cual estaba con tráfico así que no le dio más remedio que seguir, entre en medio de carros llegó al principio y lo vio ahí en su auto sacando la cabeza como un cachorro y con expresión relajada, una sonrisa con hoyuelos apareció en su rostro, 'lindo' pensó para sí mismo.

-¡Hey feo!- gritó en su dirección pero el chico al parecer no escuchó. 

-¡Feo!- entonces volteó, mierda, casi pudo caer desde su moto, el chico era lo más hermoso que había visto en su vida. -¡Si tú!- y el chico puso una expresión confusa. Se acercó en la moto hasta estar a la par con él, sus ojos lo hipnotizaron pues el azul de estos era único, puso su mano encima de la de el chico, que pequeña era, pero el chico la alejo lo más rápido posible con expresión confusa y ahora con miedo. 

-Pero mira... feo, eh- dijo descaradamente y usando su sonrisa coqueta de siempre.

El chico no dijo nada y solo subió el vidrio del auto. Harry sólo río bajito, entonces el semáforo había cambiado y se fue al igual que el, aún necesitaba estar sólo y en paz.