Capítulo 3

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Wei Wuxian aún podía recordar la primera vez que estuvo en contacto con la energía resentida de primera mano

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Wei Wuxian aún podía recordar la primera vez que estuvo en contacto con la energía resentida de primera mano.

Aquella misión en Ciudad Caiyi en sus tiempos de estudiante en Gusu Lan, lo que debía ser algo sencillo se tornó en algo que podría terminar en muertes fácilmente si no tenían cuidado y precaución.

Pero claro, tenía que hacerse el héroe - como a Jiang Cheng le encantaba decir - y lanzarse directamente al discípulo que había arrojado su espada y ya no tenía en qué transportarse.

Y bueno, si iba a tirarlo de su propia espada, ¡al menos pudo haber avisado!

Sus años como nadador experto en Yunmeng Jiang de nada le sirvieron cuando cayó en las aguas infestadas de ghouls de agua, si trataba de nadar a la superficie sentía como era jalado hacia el fondo, si intentaba que su ración de aire durara el agua de alguna manera se adentraba por sí sola a sus pulmones.

Tenía frío, todo estaba oscuro, sentía todo ese resentimiento envolviendolo, tratando de asfixiarlo y adentrarse en lo más profundo de él; cientos de voces resonando en su cabeza: voces graves y agudas, gritos y susurros, gente joven, adultos y ancianos, todos hablando a la vez sin poder diferenciar las palabras entre sí. Por arriba y abajo, izquierda y derecha.

Realmente pensó que iba a morir.

Es por eso, que en esos momentos con sus varios años ya de experiencia tratando con este tipo de energía, esperaba al menos ser más tolerante a aquellos efectos.

Pero es que ni siquiera esa primera vez, en el fondo del lago, o en aquella cueva donde había quedado atrapado, hambriento, débil, con fiebre empezando a aparecer mientras peleaba con la bestia tortuga y aquella espada llena de resentimiento, se sentía tan asfixiante y abrumador como se siente ahora a pesar de estar en tierra firme.

Solo sabía que su garganta ya quemaba de tanto gritar y sentía sus lágrimas recorrer con fuerza su rostro por el reciente acontecimiento: la muerte de su hermana.

Fuera de eso, solo sentía esta vez no decenas, ni cientas, sino miles de voces en su cabeza sintiendo que le iba a explotar, llevando sus manos a sus oídos tratando inútilmente de acallar todas aquellas voces.

Su cabeza punzaba horriblemente, preferiría que le cortaran la cabeza antes de seguir escuchando todo aquél ruido, quería que se fuera, que se callara, que se perdiera, ya no podía, ya no quería nada.

Y en algún punto, ya no aguantó, cayendo de golpe al suelo en un ruido sordo haciendo a un lado el dolor por el choque, quedándose ahí, haciéndose un ovillo sintiéndose al borde del colapso, no, ¡ya estaba colapsando!

No sabe cuánto tiempo pasó así, no quería ni pensar, no quería moverse ni hacer algún ruido extra aparte del que ya estaba escuchando, pero en algún momento, las voces empezaron a callarse, desapareciendo una por una hasta que quedaron solo un par de decenas, mil veces más tolerable que lo que había estado sintiendo desde hace rato dejándolo escuchar los sollozos que seguían sin parar.

By Your Side (WangXian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora