Capítulo 14

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"Sé fuerte."

Era la única cosa en la que Wen Ning podía pensar tras había llegado a un lugar completamente desconocido.

Ser fuerte, tal y como su hermana le había pedido antes de que separaran sus caminos.

Había creído fervientemente que sería quemado junto a Wen Qing en la hoguera, y aunque sentía que su piel se podría erizar cuando lo llevaron de repente a un lugar apartado de ella, Wen Qing le pidió que los obedeciera.

Él aceptó, porque su hermana se lo pidió.

Había caminado lado a lado aunque, encadenado, junto a los Jin hasta lo profundo de un bosque al pie de una montaña por -casi- voluntad propia.

Creyó que sería quemado en ese lugar, totalmente solo sin poder ver a Wen Qing una última vez. Es por eso que se sintió tan confundido al ver que sólo lo encadenaron en lo profundo de un pozo, en una cueva, y se fueron sin más.

¿No iban a matarlo?

Esperó, esperó y esperó en aquél lugar, apenas y acompañado por el brillo de unas cuantas luciérnagas durante tanto, tanto tiempo.

Lo único que lo calmaba era pensar en su familia.

¿Wei Wuxian ya estaría despierto?

¿Lo odiaría?

Aún no sabe lo que pasó ese día que mató a Jin Zixuan. Juraba que estaba peleando contra los arqueros que le apuntaban a Wei Wuxian tan desvergonzadamente, contra Jin Zixun. Todo se había vuelto tan confuso y borroso que cuando se dio cuenta, su mano ya estaba atravesada en el pecho de Jin Zixuan.

Quería ver a Wei Wuxian.

Quería ver a Wen Qing. Quería ver a A-Yuan.

Quería ver a todos felices nuevamente.

...¿Wen Qing estaría bien a este punto?

Estuvo solo en ese lugar por lo que se sintió tanto tiempo, que cuando volvió a escuchar pasos cerca de ahí, quiso sonreír porque al menos una persona estaba cerca. A lo que dedujo, eran guardias Jin que vigilaban la entrada a aquél lugar.

Ese día, los escuchó presumir acerca del gran banquete que hubo en la Secta por la quema de Wen Qing, acerca de el baile sobre sus cenizas, la bebida y las mujeres.

Wen Qing le había dicho que no hacía falta una despedida porque se volverían a ver tarde o temprano, y aún así, Wen Ning se arrepintió de no despedirse correctamente de ella la última vez que la vio.

A pesar de querer salir, de las ganas inmensas de acabar con todos aquellos cultivadores Jin, se mantuvo a sí mismo lo suficientemente cuerdo al rememorar el por qué estaba aquí.

Estaba pagando por sus pecados, y seguramente muy pronto sería su turno de cumplir su condena.

Aquellos dos guardias eran la única fuente de información que podía tener de el mundo exterior, y por primera vez, agradeció internamente por la facilidad y emoción que los Jin daban a los chismes.

By Your Side (WangXian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora