Simple poesía de una alma rota

Antes de mi muerte

A esta edad no sé que me pone más nostálgico,
Si el hecho de estar aun respirando y con vida,
O haber perdido tantos años en la penitenciaría,
No es que me esté arrepintiendo de repente,
Solo pienso porque creo que ya me llega la muerte.

Cuando tenía 20 recuerdo que tuve una hija,
No la vi crecer porque pronto entré a la cárcel,
Ahora probablemente no sepa que yo exista,
Su madre me visitó pero jamás me la dejó ver,
Yo podía ser malo para ella, según su punto de vista.

No tengo ni derecho a preguntarme siquiera,
¿Por qué cuando pude no me logré comprender?
Si lo hacía hubiera vivido como habría querido,
Sin temores cada que veía el amanecer,
Y a mi hija sin problema haberla conocido.

Recuerdo haber querido que se llame Adeline,
Pero no me importaría si no se llama así,
Quisiera verla aunque sea por un momento al menos,
Y con suave voz me diga:
Viejo no estés triste que si te quiero.