Al siguiente día de mi muerte volví para ver a mis viejos,
Estaban junto a mi féretro, preguntándose por qué he muerto,
Les pedí perdón por haberles hecho perder años de su vida y tiempo,
Por no entenderles cuando se suscitaba algún acontecimiento,
Me dijeron que esto no era un adiós sino un hasta pronto.
Al siguiente día de mi muerte volví a casa para ver a mi gata,
Ella siempre supo que jamás me iría,
Me estaba esperando con maullidos frente a su caja,
Cuando la ví recordé cuando la cargaba y la mecía,
Encontraba paz en ese ser que aprendió a quererme,
Y es triste porque después de todo es la única que ahora puede verme.
Al siguiente día de mi muerte quise ver como estaban mis hermanos,
Sentí vergüenza cuando en una silla me senté junto con ellos,
Intenté decirles que lo siento mientras tocaba sus manos,
Sentí que volví a morir de nuevo con el siempre hecho de verlos ahí varados.
Al siguiente día de mi muerte volví al lugar donde me quité la vida,
Todo está en silencio como el momento en que me fui,
Espero que algún día encuentren mi carta de despedida,
Espero que algún día nos encontremos para decirles: al siguiente día de mi muerte si volví a verlos.
Al siguiente día de mi muerte por fin me conocí a mi mismo,
Abandoné a todos pensando que no les importaba,
Al siguiente día de mi muerte me arrepentí de haber caído en este abismo.
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Simple poesía de una alma rota
PoésieSimple poesía de un alma triste nace tras varias noches de pensamientos confusos e inciertos; amor, tristeza, desilusión, la vida y la muerte conforman cada versos, estrofa y poema escrito en este poemario. Situaciones y vivencias del día a día fue...
