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Aún recordaba esa noche en la que lloró por horas, también recordaba que al día siguiente cuando vio a Baji, éste parecía tan radiante, como si hubiera pasado la mejor noche de su vida y al parecer fue así porque incluso llegó con Kazutora a la escuela. en sí ni le molestó tanto, es decir, sabe lo enamorados que están y que ni siquiera tenía una oportunidad con el omega de ojos grises pero lo sentía en su pecho, podía sentir a su alfa alterarse cada que pasaba tiempo con Baji, no podía evitar que su pecho se altera se cuando el aroma a limón de Baji lo envolvía por pasar tanto rato juntos.
Que intenso sonó— piensa Chifuyu, soltando una pequeña risita.
Y tampoco sabía porque recordaba eso ahora, de nada servía deprimirse en este momento, se suponía que hoy la pasaría bien sin importar que.
La pequeña despedida para los de tercer año terminó siendo una gran fiesta en el gimnasio de la escuela (sin alcohol obviamente) el lugar se veía lindo y Baji también aunque estaba un poco raro con Kazutora, cuando los tres estaban caminando hacia la escuela quedaron, literalmente, atrapados en un silencio incómodo, lo peor es que él estaba en medio de la dichosa pareja, sintiéndose fuera de lugar por culpa del extraño ambiente, pero sólo prestó atención a las feromonas llenas de incomodidad del omega. definitivamente algo malo ocurrió y el no estaba enterado.
Y conociendo a Chifuyu, quedarse callado no era una opción para él. por eso mismo, cuando se quedó solo con Baji se atrevió a preguntar.
—¿Tienes que decirme algo? —el pequeño esperaba que no se haya notado su leve nerviosismo.
—¿Por qué la pregunta?
—Te ves algo raro.
No quiere verse como un niño conspiranoico, pero intuía que a Baji le sucedía algo. se veía diferente, olía diferente y Kazutora también se veía jodidamente raro.
—Estoy bien, aunque tengo que decirte algo al final de la graduación.
—¿Por qué no me lo dices ahora? —ambos chicos estaban sentados en las gradas del gimnasio, mirando hacia la pista —porque ahora quiero bailar contigo —le respondió Baji.
