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Sin duda no iba a ser un día tranquilo, cuando llegaron al santuario se escuchaban demasiado gritos en el estacionamiento, mejor dicho; estaban gritando fuertemente el nombre de Baji. incluso Kazutora se encontraba al frente de los miembros de la toman, parecían esperar a alguien, y era así. ahora que lo veía bien, los años habían hecho que el alfa se viera más maduro, estaba más alto y tenía el cabello un poco más corto que la última vez, llevándolo atado en una pequeña coleta alta con dos mechones cayendo por su frente, se veía bien.
—¿Qué se supone que están haciendo? —Draken pregunta una vez que llegan hasta el alfa de cabello bicolor.
—Manténganse atrás, ya falta medio kilómetro —contesta Kazutora.
En unos minutos, exactamente treinta, Chifuyu ve acercarse a ellos dos motocicletas a toda velocidad, no pudo reconocer a los pilotos puesto que ambos traían casco pero uno de ellos debía ser Baji.
Sólo hubo un ganador, entonces los gritos lo dejaron sordo un momento pero pudo percibir cierto aroma a limón que tanto extrañaba y ahí estaba él, quitándose el casco con una sonrisa triunfante mientras otro chico de mechas lila se acercaba a este para entregarle dinero, quizás por haber ganado la "carrera" y debía admitir que se veía mucho más lindo, no es que antes no lo fuera, pero su cabello había crecido, ahora lo llevaba un poco más abajo de los hombros y también creció en altura. tampoco pudo pasar por alto su labio roto y el parche en su mejilla, recordando la conversación de Emma y Takemichi cuando estaban en la escuela.
Ahora tenía mucha curiosidad de saber quien fue el que lastimó así al omega.
—¿Qué está pasando aquí? —en medio de todo el escándalo, nadie escuchó la CB250T de Mikey, la mayoría guardó silencio cuando éste habló.
—En nuestra defensa, estábamos aburridos —responde el alfa de cabello bicolor, bromeando.
—¿Quién ganó? —ahora habla Takemichi, detrás de su novio, sabía que hace ya un tiempo los chicos hacían apuestas en medio del aburrimiento y por lo visto, ese día decidieron ir por las carreras— Yo, obviamente —Baji aparece entre la multitud para saludar al ojiazul y a su amigo.
