shots ❨ ykookgi ❩

♡ ⁺ 9 › YOONKOOK

“príncipe del mar”
› piratas au +18
› pt 1

Todo se movía lentamente a su alrededor y los sonidos parecían lejanos, perdidos a la distancia como un eco gigantesco, cada vez más difusos y no era capaz de interpretarlos.

Había voces... Sí, esos definitivamente eran gritos de angustia. Pero no sabía quién gritaba ni porqué lo hacía, su mente no podía concentrarse. Sentía mucho frío, la luz sobre él se extendía... ¿Acaso estaba a punto de morir?

« Finalmente »

Jeongguk siempre fue alguien que tuvo presente la muerte en su vida. Él estaba muy familiarizado con ella, especialmente porque las personas a su alrededor constantemente corrían peligro, y eventualmente, morían con regularidad. Él no era la excepción, lo sabía, ni siquiera por ser joven. Sin embargo, jamás imaginó que pasaría tan de repente...

Siempre resguardó la esperanza de que él no moriría siendo tan joven, o sin tener la oportunidad de vivir algo maravilloso. Ni siquiera sabía el qué, pero pensó que tendría tiempo para averiguarlo.

— ¡Sálvalo!

« ¿A quién deben salvar? ¿Es a mi? ¿Aún estoy vivo?... »

Jeongguk sentía su cuerpo cada vez más ligero, la luz que había estado aproximándose hacía él de pronto se tornó aún más radiante. El hecho de que tal vez era cierto y estaba muriendo, le abrumó los sentidos, llenándole la mente de momentos de su vida, como una película. Una triste historia de soledad que terminaba en las profundidades del océano.

Oh, pero... Esa luz.

Cuando estuvo por completo sobre sus ojos y lo alcanzó, no sintió ningún dolor o alguna clase de abandono de su alma. No era siquiera una luz. Era un rostro que lo miraba firmemente, con una extraña desesperación en la mirada, como si quisiera preservarlo en el mundo. Y se abalanzó sobre él. Un choque sobre sus labios. Solo unos segundos después, y él respiró como si hubiera vuelto a nacer.

— ¡Manténlo a salvó, Yoongi! ¡Llévalo al barco!

Jeongguk tosió toda el agua dentro de sus pulmones, mientras los gritos y los sonidos de a su alrededor se agudizaron y le permitieron darse cuenta, de que en verdad no había muerto. Su pecho llenándose de aire lo tenía agitado, y la sensación de sus extremidades débiles consquilleaba todo su ser. Estaba vivo pero, sentía que no le quedaban fuerzas para ello.

Una fuerza lo hizo moverse, ajeno a todo. Era como si todo rápidamente siguiera su curso a su alrededor y él no pudiera concentrarse en notarlo. Estaba vivo, pero no tenía fuerzas para demostrarlo.

Fue arrastrado por el suelo, no estuvo seguro de por cuánto tiempo, hasta que algo lo levantó, estaba siendo cargado incómodamente sobre unos hombros, y podía escuchar las maldiciones y los jadeos del responsable.

Un atisbo de razón inundó su memoria. Un agudo dolor en su pecho ante la paulatina recuperación de sus recuerdos, su mente trabajando, ahora que sabía que no estaba muerto y debía continuar.

Su hermano...

Él fue la última persona a la que miró antes de caer del barco en el que viajaban. Las olas del mar se tragaron sus gritos y las lágrimas. Él había sido arrojado al mar por su propio hermano. Y después, todo había sido un caos de confusión. Ahora lo recordaba todo, su corazón se contrajo dolorosamente.

—Maldita mierda débil... — la voz gruesa atrajo su escasa atención. Entonces se dió cuenta de que el ruido se había detenido y solo alcanzaba a escuchar las olas del mar bravo. Un movimiento brusco y su cuerpo cayó tendido sobre una superficie blanda.