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♡ ⁺ 9.1 › YOONKOOK

“príncipe del mar”
› piratas au +18
› pt 2

El sonido del mar que entraba por la única ventana de la habitación lo arrulló en una clase de sueño que nunca había experimentado: estaba ahí, tan lejos de casa, pero al mismo tiempo tan seguro de que lo ideal era no regresar nunca más.

De alguna forma, el destino le había dado una oportunidad para volver a empezar, o bien, para continuar. No como hubiera imaginado jamás, pero estaba ahí. Aún lo estaba.

La luz del atardecer le dio un último vistazo antes de caer profundamente dormido.

A la mañana siguiente, Jeongguk se sintió profundamente aliviado de escuchar a Yoongi decir que aún no daba aviso a nadie de su reino sobre su paradero, que tomara el desayuno sin preocuparse, o si no, no podría trabajar bien.

Eso lo dijo después de voltear la mirada con un gesto desinteresado y simplemente dejar una cazuela con alimentos en el suelo, para salir del pequeño cuarto con un recordatorio de que saldrían en unos minutos y debía apresurarse.

Claro que, Jeongguk no esperaba algo como un trato ejemplar ni un servicio de etiqueta, como al que estaba acostumbrado. Pero el simple gesto de Yoongi de decidir seguir manteniendo el secreto de que aún vivía, contradiciendo las órdenes de su capitán, fue suficiente para que no le importara mucho la desabrida sazón del arroz ni la incertidumbre de lo que vendría.

Aún guardaba una pizca de esperanza.

Cuando salieron de la cabaña, esta vez no fue atado, pero Yoongi aún mantuvo la soga que rodeaba su cuello para mantenerlo cerca y guiado. Jeongguk no sabía qué esperar, él técnicamente era el prisionero de una tripulación pirata, no importaba si pensaba que había tenido mucha suerte por haber sobrevivido a un intento de asesinato por parte de su hermano. Las cosas aún eran inciertas y realmente podía correr peligro.

— ¿Alguna vez has pescado?

La pregunta lo descolocó unos segundos, mientras caminaba por el muelle a lado del pirata. Era temprano en la mañana pero aún así el lugar empezaba a tener señales de gente comenzando sus deberes, el sol se miraba al horizonte tan hermoso sobre el mar.

—Uhm, yo no lo he hecho.

—Por supuesto, eres un príncipe — respondió con obviedad, como si se reprendiera por siquiera atreverse a preguntar.

Jeongguk no dijo más, miró el perfil del hombre a su lado. Ya no tenía la banda que rodeaba su cabeza, y su rostro ya no estaba cubierto de sangre y manchas de tierra y sudor, su atuendo ahora estaba lo más limpio que un pirata pudiese estar. Si Jeongguk no lo hubiera visto ayer con todas aquellas armas y entre todos los mercenarios, él fácilmente hubiera creído que era una persona inofensiva; el mar a su costado le daba un fondo que le beneficiaba. Pensó que cualquiera podría verse atractivo de perfil al océano en la mañana, ¿no es así?

—Buenos días, Taehyung... — saludó Yoongi. Habían llegado a una parte de la playa donde un joven hombre se ocupaba en un pequeño bote sobre la costa, habían más alrededor pero él era el único ahí.

—Hyung, buen día — el castaño respondió, otorgando una sonrisa genuina. Cuando levantó la mirada y notó que no estaba solo, dejó de lado la gran red que estaba manipulando y se irguió con curiosidad, posando sus brazos sobre su cadera en tetera. —Príncipe...

Jeongguk no estuvo seguro de si responder ante el saludo en forma asentimiento que le mostró el hombre. No sabía quién era, pero creía recordar su voz, probablemente era un miembro de la tripulación junto con Yoongi. Al final él también dio un asentimiento en respuesta, inconscientemente su cuerpo se resguardaba de lado del hombro de Yoongi, como si no pudiese estar seguro de interactuar con alguien más aún.