Yeosang es estéril, o eso es lo que cree. Es comparado y maltratado por su familia, y es expulsado de Busan. Él decide comenzar su vida en la capital, donde trata de sobrevivir con algún trabajo común, así conoce a Park, quién, sin saber de su situa...
" Tus ojos me quieren decir la respuesta, puedo sentir la verdad a través de tu respiración. "
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— ¿Estás mejor?
— Si, un poquito... Lo siento por hacerte pasar por esto SeongHwa, no debí cancelar las clases. — Agachó su cabeza, formulando un puchero triste en sus labios pues el sentimiento de tristeza aún seguía, aunque los mimos y lindas palabras de el mayor lo calmaron muy bien, su lobito aún sentía una leve presión en su pecho difícil de ocultar, pues a pesar de que decía estar bien, SeongHwa ya deducía que no por las expresiones desanimadas de el pequeño.
— No pidas disculpas, si yo estoy aquí es porque en verdad me preocupas. — Regañó, pasándole la taza de manzanilla que el mismo había preparado para consolar a su acompañante. — ¿Quieres que le sople un poco? Está caliente aún.
— Puedo hacerlo yo, bobito.
— Lo sé, pero quiero mimarte. — Esbozó una pequeña sonrisa nerviosa, últimamente le gustaba mucho ver los sonrojos de el Omega, descubrió que era sensible a los mimos y palabras bonitas, por eso empezó a decirle unos piropos suaves para no ponerlo tan incómodo, quería ir suave.
— Ya lo haz hecho mucho, no quiero abusar. — El sonrojo en las mejillas de el pequeño era suave, pero fue subiendo de intensidad al ver a su Jefe soplar el té y probar un poco, YeoSang tomó en sus manos la taza y empezó a beber desde el mismo lugar que había tomado el moreno, su sonrisita era pequeña y nerviosa, no quería pensarlo pero en su mente apareció la idea de que se habían dado un beso indirecto, sonrojandolo con más intensidad.
— No abusas Sanggie, si estoy aquí es porque me preocupas, ya lo dije, no sigas diciendo más o me enojaré.
— No te enojes Seonggie. — Murmuró el de cabello castaño con ojitos brillosos hacia el Alfa.
— No lo haré si dejas de culparte, mh. Sigo ansioso porque me enseñes a preparar arroz con leche. — Mostró sus hoyuelos con una sonrisa.
— Hagámoslo ahora, tengo los ingredientes aquí. — Exclamó con emoción, dejando la taza en el centro de mesa y seguido se levantó, tomó la mano del moreno para llevarlo a la pequeña cocina que tenía su departamento, el Omega se sonrojó al sentir la mano contraria acariciar la suya, su mano era muy pequeña a comparación con la de SeongHwa, sentía como los largos dedos de el Alfa rodeaban casi toda su manito, se sintió pequeño de la nada y tuvo la enorme necesidad de esconderse entre los brazos de el mayor, pero se aguantó.
— ¿Que ingredientes usaremos? El arroz con leche parece difícil.
— Solo necesitaremos arroz, leche, azúcar y palitos de canela. — Llegaron a la cocina aún con sus manitas unidas, ninguno quería soltarse pero tenían que hacerlo, así que con pesar, separaron y rompieron el tacto.