Our Shadows

Au revoir, famille.

Clary se quedó pasmada por un momento, asimilando las palabras que Feli acababa de escupir como veneno hirviendo. Cuando se espabiló, fue a replicar, pero fue Lauren la que habló.

-¿Se puede saber que está farfullando? Será mejor que coopere con nosotros y sus superiores y lo la haremos daño. - Replicó Lauren en un tono que no dejaba dudas.

-Oh, mi querida Gladstone, eres igualita a tu hermosa e ingenua viuda madre, y sin embargo has heredado ciertos desagradables rasgos de tu padre, y deseo que tengas su misma vida, igual de corta, dolorosa y con la misma bonita muerte. - Dijo con una perversa sonrisa.

Clary se quedó horrorizada, Lauren vivía con su madre, llamada Beatrice, en una pequeña casa, una vez Clary fue con Lauren a su casa, ya que ella la había invitado, pero ese día su madre no estaba, Ren (así es como la llamaba Clary a veces) le dijo que trabajaba por la tarde.

Pero ahora Clary tenía sus dudas, ese "otro mundo" como lo había llamado el director... ¿Pertenecería a él también Lauren? El modo en el que su amiga había hablado con el director sobre qué hacer con la profesora Reilish de una manera tan natural, como si se conocieran de toda la vida... Clary interrumpió sus pensamientos al ver a Lauren, que estaba pálida como la cera.

   -Tu... sucio monstruo... -Lauren parecía estar intentado controlarse al hablar- Mi madre me dijo que el asesino fue uno de los tuyos, pero nunca me concretó quien.

   -Vaya sorpresa, mi vieja amiga Beatrice mintiendo... diría que me sorprendería, pero yo a diferencia de tu madre, no miento. No sé porque te ocultó el nombre del asesino, porque yo me siento totalmente orgullosa de haber matado al traidor de tu padre.

Esta vez Lauren no respondió, si no, que cogió con una rapidez increíble el cuchillo que antes se le había caído a Feli, le dio la vuelta y le propinó un fuertísimo golpe con el mango a la mujer, esta, se tambaleó y cayó al suelo con un ruido seco, dejando inconsciente a Feli.

   -¿Estás bien? - Preguntó Clary, la pobre debería de estar sintiéndose fatal al descubrir el autor del asesinato de su padre, pero se tranquilizó mínimamente al ver la sonrisa de Lauren y que meneó la cabeza en un movimiento afirmativo. 

   -Vaya, a ese golpe le doy un siete de diez, si lo hubieras inclinado un poco más, quien sabe, hasta podrías haberla matado – Dijo a su lado Mike, encogiéndose de hombros y feliz.

   -Oh, ¿su alteza me da un siete? Menudo honor.

   - ! Lauren, ahora se nos hará más difícil cargar con ella ¡- Dijo Miller, con voz apenada y una sonrisa divertida por lo que había hecho Ren.

   -Si no puedes con ella, yo la llevaré a la sala en la que la interrogarás. -Dijo Lauren, tirando con una mueca de asco el cuchillo a una papelera cercana.

   -Por dios querida, creo necesitas aprender más, recoge el cuchillo de la papelera. A lo mejor podemos obtener algo de él, mediante el rastreo. -Dijo Miller, reprochándola.

   -Voy- Dijo.

Una vez Lauren cogió el cuchillo, lo guardó en la mochila azul que llevaba a la espalda, y se puso a la izquierda de Clary y dijo:

   -Supongo que ahora irá a recoger el coche para irnos al bosque.

   -No, nos trasladaremos mediante el parque, los alumnos ya se han dispersado de esa zona. - Respondió Miller.

   -Disculpad, ¿trasladarse mediante el parque, que, vais a cavar un túnel? - Dijo Mike sorprendido.

   -No.... eh esto -Tartamudeó el director- en serio, chicos, haced lo que os he dicho antes, se me hace muy difícil tener que explicároslo yo, Tom tiene más experiencia con los principiantes.

   -La cabeza me va a comenzar a fallar si alguien no me dice que demonios está pasando, y si usted dice que ese tal Tom nos lo explicará.... está bien, usted gana, pero cumpla con su palabra y explíqueselo todo a nuestras familias – Dijo Clary, ya cansada de todo aquello.

   -Clarise, te prometo que no hará falta explicar nada, ya veréis, vuestros padres os apoyarán.

   -Ay mi Clary, vamos, coge a tu perrito faldero e iros a vuestras casas, nos encargaremos de la hermosa y sangrante Feli- Dijo Lauren, al parecer, demasiado divertida.

   -No soy su perrito faldero- Dijo Mike enfurruñado, y dicho esto, se dio la vuelta y avanzó hacia la calle, haciéndole señas a Clary para que le siguiera.

Una vez se hubo despedido de Ren y Miller, y hubo echado un último vistazo a la inconsciente profesora, con una especia de sensación satisfactoria, se fue con Mike, alejándose del instituto.

Durante el trayecto hasta la casa de Clary, Mike no paró de discutir, enfadado, sobre que Lauren se daba muchos aires y que debería mostrar más respeto a la gente que no conoce.

   -Ten cuidado con lo que llamas a mi amiga. - Avisó Clarise, que ya comenzaba a ver su casa.

   -Te aviso, la soportaré solo porque por alguna extraña razón parece que te ha caído bien. - Dijo Mike, ya más tranquilo.

   -En eso estáis de acuerdo ambos, mi querido perrito faldero. - Dijo Clary a media carcajada.

   -Ya estamos en tu casa, Clarise Shallow. - Dijo Mike revolviéndole el cabello a su mejor amiga, obviamente, usó su nombre completo para hacerla enfadar, pero ella controló su temperamento.

   -Madre mía, a ver cómo les explico a mis padres lo del vendaje y lo del lio de Feli y los cuchillos.

   -Se nos va a hacer difícil, pero algo me dice que Miller no mentía. - Frunció el ceño cuando llegaron a la puerta. - Vengo dentro de veinte minutos par a recogerte e ir a la casa de Tom juntos, ¿vale?

   -A mí me da tiempo de cambiarme y coger todo lo imprescindible en veinte minutos, pero, ¿y a ti? - Dijo Clary, sabiendo que Mike había entendido que a lo mejor su padre estaba ebrio y que aún tenía que encargarse de Agnes.

   -No te preocupes por mí, Agnes es comprensiva–Dijo abrazándola por la cintura y dándole una vuelta, como hacían para despedirse desde que eran pequeños, Clary se sonrojó, se soltó de Mike y le sonrió.

   -Siento haberte metido en todo esto Mike.

   -No te disculpes, ya sabes que, al parecer, yo también estoy metido en esta cosa.

   -Es cierto, gracias por apoyarme, sabes que yo sin ti no soy nada.

   -Lo sé. - Asintió - Y te digo lo mismo.

   -Nos vemos Mike. - Dijo riendo y dándole un amistoso puñetazo en el hombro.

   -Hasta nada, ma lumière.

Mike se dio la vuelta y se fue caminando, en dirección a su casa.

Clary sonrió internamente al oír el apodo que se habían puesto mutuamente, pero que Mike usaba con más frecuencia: ma lumière, en francés: mi luz.

Con el recuerdo de esas palabras, se armó de valor, cogió las llaves de dentro de su mochila, abrió la puerta y se plantó en el umbral de su casa.

Respiró el dulce aroma a hogar, y subió las escaleras en dirección a su cuarto, antes de quedarse paralizada por la sorpresa.