Our Shadows

Nunca pensé que vería mi infancia arder literalmente.

Clary pensó que se sentía triste, pero recordó todas las veces en las que sintió dolor y decidió que no se dejaría llevar por la tristeza y el pesar ahora, no podía, no al menos con Ethan abajo esperándola.

    -Por fin, ya casi iba a subir a ver si se había metido un demonio oscuro en tu cuarto y te estaba matando lenta y silenciosamente, oye Clary...¿Estas bien?

    -¿Cómo que un demonio? Y sí, estoy perfectamente, ya que me estoy yendo con un completo desconocido y seguramente también loco a un lugar que no conozco y, además, voy a arrastrar a Mike conmigo... ¿porque lo preguntas?

    -Es que tienes cara de descomposición -Le dediqué una cara de incomprensión y el tosió y dijo- Me refiero a que pareces triste, a ver Clary, no estas obligada a hacerlo, pero esto es lo mejor que podrías hacer ahora, no te preocupes, ya te lo he explicado, soy incapaz de hacerte nada. Y ese chico del que hablas... el esta tan metido en esto como tú.

    -Gracias, pero estoy bien. ¿Y podrías explicarme de camino a ese lugar porque nos hemos metido en esto exactamente?

    -Claro, te puedo contar un resumen, pero mi padre lo cuenta... de manera diferente, ya lo entenderás. -Le dijo con una sonrisa tranquilizadora, ofreciéndole una mano- ¿Nos vamos?

    -Tú primero, tengo que coger mi móvil antes.

Ethan se encogió de hombros y fue a abrir la puerta, mientras Clary iba al salón a ver si su móvil seguía ahí o si también se lo habían llevado sus padres... "mis padres, como es que estoy pensando en mi padre biológico y su esposa como si fueran mis padres, se han marchado sin mí y parece que ni les importo, aunque esto ya me lo dejaron claro" pensó Clary, disipó ese pensamiento y se centró en Mike, y en que tenían que hacer lo que les mandaban.

Abrió el cajón del medio de una pequeña mesita que había en la esquina del salón(la mesita era lo único que quedaba sin empaquetar).

Dentro estaban su móvil, y una nota de pergamino... ¿Pergamino? Pensó ella, solo lo había reconocido por lo que había leído en libros, ¿sería eso algo de su padre que se hubiese olvidado? La curiosidad le pudo y se metió el móvil en la mochila y cogió el pergamino.

Era una breve carta escrita con la desordenada y casi ilegible letra de su padre. ¿Cuántas cartas iba a recibir hoy, acaso no sabía la gente que son los SMS? Leyó mentalmente la carta, que ponía:

Clarise, olvídame, sé que estarás confundida, pero la gentuza esa seguramente ya esté contigo. Solo he escrito esto para decirte que me olvides, a mí y a tu madrastra. No me llames, no me mandes mensajes, ya no soy tu padre.

Clary tuvo que leer la carta tres veces para comprender su contenido, ¿Qué estaba ocurriendo hoy, acaso se había puesto todo el mundo en su contra?

Cayó de rodillas al suelo, harta, harta de ocultar sus pensamientos, de no poder ser quien era, de solo tener una persona en la cual podía confiar y a esa persona la estaba poniendo en peligro al acompañarla, no pudo evitar derramar una lágrima sobre la carta y decir a toda voz, ya que Ethan ya había salido.

    -¿Por qué... porque me está ocurriendo esto? Mi madre, mis amigos, mis familiares, y ahora también mi padre. ¿Acaso soy alguna clase de monstruo? - Dijo derramando una segunda lágrima sobre el pergamino.

Cogió la hoja y se dispuso a romperla, pero no hizo falta. La carta ardió, ardió como si fuera petróleo en contacto con una llama. Fue a retirar las manos del papel, cuando se sorprendió al ver que ese fuego era azul, dejo caer la carta al suelo.

El fuego siguió como una pequeña llama azul marino en el suelo, devorando la carta.

Un impulso le decía que tocase la carta, quería sentir dolor, ya que ella pensaba que se lo merecía, así que se inclinó sobre la parte de carta que el fuego aún no había devorado y lo puso sobre la palma derecha.