Capítulo diecisiete

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Harry siempre ha estado seguro de su autocontrol, de la manera en la que siempre parece estar tranquilo y jamás se ha permitido dejar que su primitivo instinto tome las riendas de su persona. Al menos había sido de esa manera hasta ahora.

No hay control sobre la manera en la que sus dedos se aferran a la piel tersa y bonita de las caderas del omega, de quien tira con fuerza para apegarlo a su propio cuerpo lo más que pueda, sintiendo placer por ello. Tampoco lo hay en la manera en la que ambos se besan con pasión, en como Louis le rodea el cuello con sus brazos y gimotea de manera casi imperceptible.

De alguna manera ahora ambos están en la cama del mayor, sus respiraciones se mezclan, sus corazones laten con fuerza y ninguno cree que puedan seguir resistiendo lo que sienten. O al menos, no quieren hacerlo.

Harry tira de Louis hasta hacer que este se siente sobre su regazo y luego procediendo a meter sus manos en la parte interna de la camisa del omega. Le acaricia con la yema de los dedos, pasando con lentitud desde la parte baja hasta la mitad. Puede sentir como este tiembla ante su tacto y la piel se le eriza.

Deja de besarlo momentáneamente y le acuna el rostro con entre sus manos para captar su atención.

—¿Quieres continuar?—le pregunta. El omega, quien lo mira con sus grandes ojos azules, asiente sin dudar. A Harry parece que el corazón a comenzado a latirle con mucha más fuerza—. ¿Tomas supresores?

Lou se muerde el labio inferior con nerviosismo.

—Los anticonceptivos—murmura.

Sabiendo eso, ambos parecen estar más seguro de ir hasta el final. 

Harry lo toma delicadamente del cuello y tira de él para besarlo a la vez que se gira para recostarlo de la cama. Sus dedos viajan al borde del pantalón del omega y se aleja nuevamente para hablarle.

—¿Quieres que te quite la ropa?

—P-puedo hacerlo yo mismo.

Con manos temblorosas, Louis se deshizo de los botones de su pantalón y procedió a quitárselo bajo aquella atenta mirada de color verde. Es demasiado intensa y casi impudica la manera en la que Harry lo mira, a pesar de que no hace más que eso.
Luego de terminar con su pantalón, fue a por su camisa y la quitó con un movimiento un poco más rápido, quedando únicamente en ropa interior. Harry pareció darse cuenta de que estaba muy vestido, porque comenzó a quitar los botones de su camisa y a deslizarla por sus brazos.

Cuando ambos estuvieron sólo en ropa interior, Harry lo tomó suavemente de los muslos y comenzó a acariciar la parte interna de estos mientras acercaba su boca a la ajena. Louis, en un momento de absoluta valentía, se alejó para retirarse la ropa interior quedando en completa desnudez.

El alfa no hacía más que mirarlo. Y decidido a terminar de perder la vergüenza, el omega abrió las piernas para mostrar lo empapado que se encontraba y lo listo que estaba para recibirlo. Lógicamente tuvo miedo de verse como un desvergonzado, pero parte de él quería serlo.

Y debió de haber funcionado, porque Harry se quedó sin aliento y la mirada se le oscureció a tal punto que sus ojos se veían casi negros. Incluso sus colmillos salieron a la luz, lo que significaba que su alfa estaba tomando control de su persona.
Se acercó sigilosamente a Louis, acariciándole la mejilla con la mano derecha hasta deslizarle el pulgar dentro de la boca. La lengua caliente del omega se envolvió alrededor de su pulgar y lo succionó con cuidado mientras lo miraba con inocencia.

En cosa de segundos, el alfa lo tomó con un poco de brusquedad y lo besó. Sentía como la piel del omega ardía por la excitación y como le goteaba la lubricación entre las piernas. Así que sin resistirlo, llevó su mano hasta la zona para hundir un dedo en ese espacio caliente, húmedo y apretado.

—Quiero que seas mío—murmura sin estar muy consciente de sus palabras, dejándose llevar por su instinto de una manera en la que nunca lo había hecho antes—. Únicamente mío.

—L-lo seré—respondió. Las piernas le temblaban y dio un respingo en cuanto sintió como un segundo dedo se deslizaba dentro sí.

—¿Serás mío?

—Sí, seré suyo...

Rozó sus labios húmedos contra la piel caliente del cuello de Lou. Su dedo seguía deslizándose lenta y tortuosamente en aquel espacio húmedo.

—Nunca antes había deseado tanto a alguien—murmuró, respiraba con fuerza y el filo de sus colmillos le acariciaron el labio inferior. En la boca de Lou también podían verse los suyos, aunque más pequeños y menos intimidantes—. ¿Qué me has hecho?

—N-no lo sé...—su voz se quebró al sentir como Harry deslizó otro dedo y al mismo tiempo le dejaba besos en las clavículas.

—Quiero hundirme en tu vientre—Con su mano libre comenzó a trazar formas en la zona recién mencionada. Los escalofríos que le recorrieron el cuerpo a Lou lo hicieron gemir y que más lubricante goteara de entre sus piernas.

—H-hazlo...—Harry hundió sus dedos con más fuerza, Louis echó el cuello hacia atrás y los ojos comenzaron a llenársele de lágrimas—. Alfa, por favor...

—¿Estás listo?—preguntó.

La cara del omega se tornó incluso más roja.

—Yo no... no lo he hecho en mucho tiempo—susurró—. No quiero que duela...

Harry quiso decirle que eso no tendría porqué dolerle, no si lo hacían de la manera correcta y con paciencia, pero prefirió demostrárselo para que lo supiera por si mismo.

Hizo que el omega se acostara sobre su espalda, le abrió las piernas con cuidado y con sus pulgares frotó la piel de su entrepierna. La imagen de su entrada húmeda y rosada por el rubor que le cubría el cuerpo era algo que jamás se iría de su mente.

—V-voy a entrar en ti—avisó a lo que Louis asintió varias veces. Se acomodó de manera en que su miembro apuntase hacia la entrada y tomándolo de la base comenzó a introducirlo. La boca de Louis se abrió en una pequeña O, a lo que Harry aprovechó de volverle a meter los dedos a la boca. La imagen era simplemente demasiado. Muy erótica. Muy lasciva y lujuriosa.

Empujó un poco más hasta llegar a la mitad de su miembro, Louis gimió con fuerza a la vez que le lamía los dedos aumentado el morbo. Harry creyó ilusamente que todavía podría mantener el control, pero cuando Louis abrió los ojos para mirarlo mientras aun tenía la boca ocupada, sólo no pudo más.
Aquello ojos azules y cristalizados hicieron que algo dentro de él se encendiera, por lo que se hundió con fuerza en el omega hasta meterlo todo.

—Eres mío—gruñó a la vez que salía de Louis para embestirlo otra vez. Con ambas manos lo tomaba de los muslos para mantenerlo abierto de piernas.

El aire de la habitación era caliente y lleno del almizcle de ambos.

—Soy suyo, todo suyo...

Se estaban mirando a los ojos mientras lo hacían, y ninguno de los dos había vivido un momento tan íntimo como ese. Ni estar desnudos, ni estar teniendo sexo era tan intenso como el contacto visual que mantenían. ¿Podían ver lo que sentían el uno por el otro de esa manera? No había forma de saberlo. Pero era claro que así se demostraron más de lo que se pudieron haber dicho con palabras.

Las embestidas profundas, las palabras sucias y esa conexión visual dio un giro diferente para ambos. Y lo sintieron, claro que lo sintieron, como ese sentimiento que se había formado entre los dos tomaba fuerza.

De esa manera se les fue la noche, se les fue el tiempo.


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Cortito, i know. Pero al menos les traje lo que tanto querían.

Les prometo que retomaré esta novela y les daré capítulos de seguido. Lo merecen ♡

No olvidem seguirme aquí y en mi ig @heytrebol.

Nos leemos luego.

-m.

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