El castaño estaba sorprendido por las palabras del peli anaranjado, no podía formular palabra alguna solo se limitaba a observar. Por otro lado el peli anaranjado sentía una pequeña opresión en el pecho, se estaba desesperando por no recibir respuesta, supuso que el silencio era por qué el castaño pensaba como rechazarlo sin lastimarlo tanto. Chuuya salió corriendo, mientras oprimía su pecho con su mano. El día concluyó y la noche cayó con rapidez, el peli anaranjado se alistó para salir a su próxima misión, sus hombres habían llegado a recogerlo en un auto, ya que hace unas semanas lo habían ascendido, ahora era uno de los jefes de la Port Mafia.
Debía terminar con una organización enemiga ese noche, estaba triste, pero también había una ira que emanaba con fiereza de el, su sed de sangre era enorme en ese momento, quería que todos sintieran su dolor.
Chuuya derribaba con agresividad a los miembros de la organización, con su habilidad no era algo difícil solo tocaba sus cuerpos para poder tenerlos inmóviles a su pies.
Ya estando todos sus objetivos a su merced procedió a sacar uno de sus cuchillos y apuñalar los corazones de todos, mientras lágrimas caían por sus mejillas recordando lo ocurrido horas atrás.
- No se siente bien que te apuñalen el corazón ¿verdad?-preguntaba con diversión a un joven en agonía-
- De...detente....por....fa....favor -suplico con apenas fuerzas para hablar-
- ¡Haré que todos sientan mi dolor!-grito para después matar a todos los presentes-
Aunque su trabajo estaba acabado, su ira no disminuía lo más mínimo, hacía el suelo temblar, y quebrarse, se están saliendo de control, la gravedad se estaba apoderando de el pues era tan grande su dolor que su cordura se perdía lentamente.
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Si no lo detenían acabaría con la ciudad por completo, lentamente su humanidad lo estaba abandonando. Lanzaba grandes orbes cargados de su energía gravitatoria, que al impactar destruían todo a su paso.
Mientras Chuuya perdía el control de su poder, sus ojos lloraban, sentía que su alma se quebraría en cualquier momento y moriría, en el fondo quería detenerse pero no podía su cuerpo no le respondía.
