Todo está bien ahora, Atsushi había sido dado de alta en el hospital, aunque los médicos no se explicaban cómo es que sus heridas se habían sanado tan rápido, o por qué había despertado del coma. Akutagawa al ser informado que el albino había salido del hospital fue a verlo de inmediato.
- ¡Jinko!-grito con desesperación-
- ¡Ryu!, perdóname por preocuparte, y gracias por llevarme al hospital ya me lo contó todo Chuuya -sonrió amablemente-
- No es nada, me alegra que estés bien -contestó sonriendo ligeramente-
El día transcurrió normal para todos, exepto para el peli anaranjado que ahora debía trabajar en la Port Mafia, aunque el albino ya hubiera sido dado de alta, aún quedaba la cuenta a pagar que era algo elevada debido a los medicamentos y atenciónes que se le brindaron.
- Querido Chuuya, como ahora eres parte de la Port Mafia te he dejado un paquete fuera de tu casa, ve a recogerlo y cumple con las órdenes que están indicadas ahí -dijo viendo al peli anaranjado-
- Bien -contestó serio-
- Te puedes retirar ahora, no me falles -dijo sonriendo-
- Como ordene jefe -contestó y salió-
Al llegar a su casa estaba el paquete fuera de su casa como el jefe se lo había dicho, lo tomó y entró a su casa, al abrirlo lo primero que noto fue una hoja de papel con las órdenes a cumplir.
- Primero que nada deberás ponerte la ropa que viene ahí ese será como tú uniforme, después te dirigiras al punto que está marcado en el mapa, ahí te encontrarás con la base de una organización que nos está dando muchos problemas, aniquila a todos y por favor no dejes testigos -
Al terminar de leer la nota el peli anaranjado se pudo la ropa, también había un par de armas las tomo y se las guardó.
- Esto no se ve tan mal, creo que me gusta este estilo -dijo para si mismo mientras se veía en su espejo-
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Salió rápidamente sin ser visto por nadie y llegó al punto indicado para cumplir con su primera orden. Cuando llegó entro discretamente, ya estando dentro comenzó a aniquilar a todos a sangre fría.
- ¡Jefe tenemos un intruso!-dijo un tipo por su radio-
- Quiero regresar temprano a casa, así que calla y muera -contestó Chuuya con una siniestra sonrisa en su rostro-
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Término de matar a o todos y cada uno de los subordidanos, solo quedaba ir por el jefe de la organización y podría irse a su casa.
- ¿¡Quien diablos eres tú!?-pregunto exaltado-
- Mi nombre es Chuuya Nakahara de la Port Mafia y seré el hombre que te asesinara -contestó sonriendo mientras acababa con la vida del hombre-
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Eso era todo, con la organización muerta su misión estaba completada, ahora podía irse a casa y dormir tranquilamente.
