Llegó el día que se celebró la feria cristiana y las hermanas de Lincoln pusieron en marcha su plan.
Para la ocasión también invitaron a Clyde y al grupo de amigos de su hermano desaparecido después de ponerlos al tanto de todo, tal como Lana sugirió anteriormente. En principio, los chicos de la pandilla expresaron su desacuerdo cuando les dijeron que lo que iban a llevar a cabo era un acto de vandalismo; sin embargo al final si accedieron a participar luego de que se les aclarara que todo aquello se trataba de honrar la memoria de su querido amigo y líder de grupo, a quien probablemente nunca volverían a ver con vida.
Para esto, Lisa se dio a la tarea de armar un centenar de microbombas que luego adhirió con pinzas a unos globos. También se equiparon con un par de tanques con helio, unos cordeles de material extra resistente, pinzas para la ropa y cuatro cubetas cargadas con los pañales sucios de Lily.
Ya con todo lo que iban a necesitar, el grupo subió a la azotea de un local abandonado que quedaba cerca a posicionarse estratégicamente en un punto donde sabían estarían alejados de la vista de los feligreses que asistieron al evento.
Allí empezaron por inflar con helio los globos equipados con las microbombas y luego se les ató un extremo de cordel a cada uno. En el otro extremo se les ató una pinza para la ropa con la que engancharon los globos inflados en los bordes de las cubetas repletas de pañales, que si eran lo bastante pesadas, pero igual teniendo cuidado de no engancharles tantos para que se las llevaran volando. Por eso fue que Luan se encargó de sostener los restantes del cordel.
Una vez tuvieron todo listo, las hermanas y amigos de Lincoln levantaron un pequeño altar en el borde de la azotea desde el que se avistaba el parque central y la feria que se llevaba a cabo. Consistió en una foto enmarcada del peliblanco adornada con unos cintos negros que Lynn puso contra el bordillo. Al pie del marco, Lola depositó una rosa y Clyde derramó unas gotas del Flipie favorito de su mejor amigo: sandía con lima.
Seguidamente todos se formaron en dos hileras a ambos lados del altar, para así dar inicio a una breve ceremonia fúnebre, asumiendo el trágico destino que el homenajeado habría tenido en la zona de guerra allá en medio oriente.
Así, Luna se posicionó a la derecha del altar y con su gaita ambientó la ceremonia con la tradicional tonada escocesa que a veces se acostumbra a tocar durante los entierros. A la izquierda se posicionó Lucy quien pasó al frente a recitar unas palabras de su autoría.
–Hasta siempre, Lincoln Loud, mejor conocido como el hombre del plan, el más leal de los amigos que uno en esta vida podría tener...
Tras oír esto, Clyde se quitó las gafas y se giró a sollozar en el hombro de Rusty quien lo confortó dandole palmaditas en la espalda.
–El mejor hermano, que nunca nadie jamás podría hallar –continuó Lucy con su rezo–, y al que lamentablemente no supimos apreciar como era debido...
Esta vez fue Lynn la que se forzó a no romper en llanto como lo hizo Clyde. Mas ,de todas formas, si se le escaparon un par de lagrimas que se limpió con la palma de la mano.
–Tu cuerpo habrá decaído, allá en el campo de batalla, pero tu espíritu perdurará y tu familia y amigos por siempre buscaremos consuelo por la perdida que hemos sufrido.
Luna terminó de tocar la gaita y pasó a felicitar a Lucy en cuanto está dio por finalizada su recitación.
–Fue un bello discurso, chica.
–Gracias –suspiró la niña gótica, con un desanimo mayor al que usualmente mostraba ante los demás.
–Guardemos un minuto de silencio –pidió Liam seguidamente–, por nuestro querido amigo Lincoln.
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Lincoln se enlista en el ejército
Fiksi PenggemarLa resolución no oficial y nunca antes contada del polémico episodio No Such Luck. No como fue, sino como pudo haber sido según su buen amigo StarcoFantasma ; ) The Loud House y sus personajes son propiedad de Chris Savino y Nickelodeon.