Mi viejo jardin.

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Como cada día sonreía,
como cada noche lloraba,
te perdía de día y te esperaba
de noche, sin falta, siempre
a las 12.

Ojos empañados esa triste
noche que no llegaste, tenía
flores, lirios, claveles, rosas
y tus favoritas... Tulipanes.

Dias pasaron y me hacia más
viejo, el viento me lleva consigo,
me perdona y me olvida sintiendo
lástima de mi dolor, pasa sin mirarme.

Mis flores marchitas reclaman
olvido, pues desde que no llegaste
las noto más bellas y alegres,
gusto y tristeza, las riego con mis
lágrimas.

Cortar flores es sencillo para
todos, contar flores solo es
para algunos, pero cuidar
flores, eso, eso es lo que hay amar.

Y si alguna vez lograras llegar,
por favor ten siempre listo un buen
final, pues nunca sabes cuando
llegue el final y solo hay serás
la flor que todos amarán.

100 lunas y 1 par de ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora