Cuidándote, caminando siempre a tu
derecha, tapándote del frío o del calor
contando tu pasos y cuidándote las
manos, me dedique a corresponderte
de la mejor manera, más eso no basto,
ahora paso el tiempo y nada sano,
aún lloro como la noche al irse o como
un árbol a morir, lloro vacío pues
ahora que ya no te cuido como te
olvido, sin corazón no se olvida, sin
cuerpo no se siente y sin alma no
se une, tu tienes dos, solo te
faltaba un alma dedicada.