Con olor fúnebre fue aquella tarde en
la afuera llovía y adentro solo el fuego
de la chimenea iluminaba la
habitación en la que me encontraba,
llamaste a la puerta y tu cara lo decía
todo, te había hecho tus maletas con
aquello que era tuyo, solo llevabas
pocas cosas en ellas pero de gran
valor.
Sueños no cumplidos, promesas rotas,
amor fingido, cartas sin destino,
tiempo perdido y una historia sin
principio...