Tu llegada fue tan repentina como
un cometa que pasa en el cielo.
Tu adiós fue desastroso para
mi corazón pues aún te lloro por las
noches y te dedico historias que
jamás pasaron.
Tu llegada fue como la primavera y tu
adiós un triste y largo invierno,
días como aquellos no volverán,
pues la primavera te llevo consigo,
y el invierno se vino conmigo.