Grita... Grita y sigue gritando, mente, pues el cuerpo no escucha ni entiende.
Como espectador lejano, como alma atrapada luchando en vano. Como genio en su lámpara esperando, esperando el mañana y una libertad que tal vez nunca llegue.
Aporreando las puertas y ventanas, tratando de salir, de liberarse, de hacerse oír. Desesperación, rabia, angustia y presión.
Grita... Grita y sigue gritando, mente, pues el cuerpo no escucha ni entiende.
Por sí solo se mueve, no atiende a orden ni deseo, por sí solo actúa sin pensar en consecuencias. ¿A caso no es tuyo este cuerpo, mente? ¿A caso no debería obedecerte?
Una carcasa, un muñeco, de porcelana resquebrajada. Frágil como un pequeño y fino trozo de cristal, tan solo rompiéndose, estropeándose, dolor, dolor.
Grita... Grita y sigue gritando, mente, pues el cuerpo no escucha ni entiende.
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Delirios de una lunática más
RastgeleAquí pondré todo cuanto salga de mi mente, ya sean historias tremendamente cortas, como frases, versos o cualquier tontería que mi cerebro me pida escupir. Por ende puede contener desde cosas absurdas y humorísticas, hasta terror o sexo. {Imagen de...