Empezamos mal

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Cuando ya habían acabado en el instituto, la Frutipandi fue a un local pequeño que estaba cerca del colegio al que solían ir para comer. Al llegar Pro no podía dejar de mirar el teléfono.

—Tierra llamando a Pro.— le dijo Miya agitando los brazos para llamar su atención.— ¿Pasa algo? Te veo muy concentrada.

—Estoy esperando un mensaje de Mack, la chica de hoy.—

—Estamos pesados hoy con la Mack esa.— Dijo Menchu mientras robaba patatas del plato de Pro.

—¡¡Acaba de contestarme¡¡—

—Uy que te dice.— preguntó Miya que parecía ser el único al que le interesaba.

—Bueno, pues al parecer hoy voy a quedar con ella.— Pro analizó un segundo lo que acababa de decir. —¡¡VOY A QUEDAR CON ELLA!!—

—¿Quieres que te teja un jersey para la cita?— le dijo Lana con su cara de seriedad que tenía siempre.

—Punto uno, no es una cita solo vamos a ser dos chicas que quedan para conocerse. Y punto dos, tranqui creo que ya tengo la ropa perfecta.—

Cuando acabaron de comer y de decir estupideces se fueron todos a casa.

Pro tenía que prepararse para su no cita con Mack. Se puso un vestido de flores de color amarillo y un pañuelo a conjunto en la cabeza. Se había maquillado poniéndose mucho mucho brillo y estaba emocionada. Todo estaba bien y era perfecto. Habían quedado en el parque para después ir a cenar. Eran las nueve cuando Pro ya estaba yendo. Llegó y esperó sentada en un banco.

Pasó media hora, una hora... Eran las once y Mack no aparecía. No leía los mensajes ni contestaba las llamadas. Cuando Pro se dió cuenta de que la había dejado plantada no puedo evitar llorar. Sus padres no estaban en casa y no llevaba llaves así que se fue a un campo cerca de su casa al que siempre iba con la Frutipandi, para poder distraerse.

Se sentó en la hierba y le sonó el móvil, era Menchu: "holaa, ¿cómo fue la cita? Yo llevo aburrida toda la tarde, estuve apunto de leer así que imagínate si me aburría"
Pro se alegró de que le escribiera y como estaba triste decidió contarle lo que había pasado. Su amiga dejó de contestar en cuanto se enteró, Pro pensó que quizás estaba ocupada.

Se echó en la hierba sin entender que pasaba cuando escuchó las pisadas de alguien.

—Holis, tienes todo el rímel corrido, no sé si lo sabías.— era Menchu que se sentó a su lado.

—Bueno, puede que haya llorado un poquito.—

—¿Por esa estúpida? Yo ya te dije que no me daba buen rollo eh.—

—Tampoco sabemos qué pasó... Le pudo pasar algo, igual al final no le apeteció quedar o...— iba a seguir pero Menchu le interrumpió.

—Tienes que estar de broma. Esa imbécil te deja plantada y aún sigues creyendo que merece otra oportunidad. No empecemos Pro que nos conocemos. Esa chica es una tonta no puedes dejar que te trate mal.—

—Bueno no te alteres, mira— Pro sacó de su bolsa un collar que tenía varias cuentas de colores. — Como me aburría de esperar a Mack hice este collar. Sé que no es muy de tu estilo pero bueno.—

—Que dices, me encanta Pro es precioso.— Menchu se lo puso sonriendo.

Pro se echó y Menchu le siguió.

—Sabes, quiero un peluche de pollo. —

Menchu la miró y no sabía si reírse o llorar. Así que solo se quedó en silencio y se pasaron viendo las estrellas en silencio las dos horas que tardaron en llegar los padres de Pro.

Menchu la acompañó a su casa y notó que la estúpida de Pro estaba un poco mal.

—Pro, ¿necesitas un abrazo?—

No le dio tiempo casi a terminar la pregunta cuando ya tenía a Pro abrazandole y llorando.

—Creo que te estoy manchando la camiseta de rímel.– le dijo sin poder dejar de llorar.

—No te preocupes ya iba siendo hora de que la lavara—

Pro se rió y dejó de llorar. Se despidió de Menchu y entró en casa.

—Hola cariño ¿Todo bien?— le preguntó su madre.

—Hola mamá, prefiero irme a la cama y hablar de esto mañana— Pro subió rápido las escaleras.

Su padre y su madre se miraron un tanto extrañados pero decidieron dejar las cosas así y no molestar.

𝙿𝚛𝚘 𝚢 𝚕𝚊 𝚏𝚛𝚞𝚝𝚒𝚙𝚊𝚗𝚍𝚒 ✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora