joder

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Ese final habría estado genial, una pena que eso no pasara en la vida real. Pro dejó de pensar en Menchu, abrió los ojos y estaba allí en aquel parque y sin decir ni una sola palabra se levantó del suelo.

—¿Y bien..?— Dan estaba allí esperando una respuesta.

—Mira creo que será mejor dejar esto aquí eh. ¿No podemos cambiar de tema?—

—Bueno tranqui solo quería ayudarte flaca.—
Pro le miró mal y agachó la cabeza. No le apetecía estar en aquel sitio ni estar con Dan, no porque le cayera mal si no porque lo único que quería era ir a su casa ponerse a Taylor Swift y llorar durante horas y horas. Pero le pareció que marcharse así de la nada no era de buena educación. Así que con una sonrisa miró al argentino y le hizo un gesto con la cabeza para empezar a caminar. Estaba lloviendo y ya era muy tarde, no había casi locales abiertos y la iluminación de las farolas era bastante suave. Decidieron entrar a una cafetería para entrar en calor. De repente una voz familiar les habló.

—Hola, ¿qué queréis tomar?—

—!¿Mack!?— Pro levantó rápidamente la vista y vio a aquella chica de la que tanto llevaba intentando escapar ese día. No sabía que estaba trabajando allí. Dan les miró sin entender nada.

—Anda hola, cuanto tiempo eh. ¿Y este?—

—Es Dan se mudó hace poco yo solo le ayudo a que se instale bien. Nos traes por favor dos cafés grandes, tengo que ir al baño ahora vuelvo.— Pro caminó rápidamente hacia el baño, se apoyó en el lavamanos y poco a poco intentó respirar y no ponerse nerviosa. Ni si quiera entendía porque estaba así, esta vez no estaba sola no podía hacerle daño. Se echó un poco de agua por la cara y salió. Antes de girar la esquina para llegar a la mesa Mack le frenó.

—No tuve la oportunidad de pedirte perdón por lo que pasó hoy. Me da rabia verte con otra persona. Sabes que a veces no pienso bien lo que hago y me descontrolo...—

—Ya emm, Mack tú y yo lo dejamos, tengo derecho a hacer lo que quiera.—

—Que lo hayamos dejado no quiere decir que yo te haya dejado de querer.—

Pro no pudo evitarlo y volvió a caer en la misma situación. —Oye está bien, no pasa nada ¿vale? en serio está todo bien no importa. Podemos seguir hablando si quieres, yo también te quiero.— realmente no sabía si lo que sentía por Mack se podía llamar amor, pero eso fue lo que Pro dijo. Mack le sonrió y la acompañó a la mesa con los cafés. Mientras caminaba sintió que todo se le estaba cayendo encima, sintió una presión en el pecho y  empezó a tener un mal presentimiento, algo le decía que la época de estabilidad se le iba a acabar. Por fin le habían dado el alta con el psiquiatra después de haberlo pasado realmente mal, no quería volver a sentirse así, pero aquello no era una elección. De todos modos, sonrió y se sentó como si nada pasara en su mente.
Salieron de la cafetería y cada uno fue hacia su casa. Al entrar por la puerta se dio cuenta de que sus padres ya estaban poniendo la mesa para cenar.

—Hola cariño ¿Todo bien?— Atenea le sonrió mientras ponía algunas servilletas en la mesa.

—Hola, sí sí todo está bien. No tengo hambre perdón, me voy ya a dormir. Hasta mañana.— Pro subió las escaleras sin siquiera mirar a sus padres. Se tumbó en la cama y miró varias veces el teléfono. No sabía si hablar con alguien de lo que estaba pasando. Pero volvió a pensárselo, sería solo una mala racha de nada y ya, todo el mundo tiene bajones. Tenía algunos mensajes y un videollamada perdida del grupo que tenía con Menchu, Lana y Miya. Trató de leer pero no le apetecía, tampoco tenía ganas de escuchar música así que decidió dormir y esperar a que mañana su mente hubiera descansado.
Al día siguiente como siempre fue hacia la casa de Lana pero mientras iba caminando alguien le quitó el casco que llevaba mientras escuchaba su playlist, "caminar hacia el instituto" (sí tenía playlist para todo)

—Hola pelirroja.—

—Hola Mack, tengo un poco de prisa.—

—Eh eh, tienes mala cara.—

—Simplemente no llevo maquillaje, así que estoy bien.—

—No lo parece, oye ¿qué te parece si te llevo a un sitio?—

—Mackenzie, tenemos clase ¿lo sabías?—

—¡Oh no! Vas a tener que saltarte clases con diecisiete años ¡que horror!— Mack se empezó a reír. —Venga no seas aburrida.—

—No soy aburrida...— justo en ese momento alguien más empezó a hablar.

—¡Hola! ¿te parece si vamos juntos hacia el instituto? Sigo sin saber bien como llegar.— aquel acento hizo que a Pro no le hiciera falta ni girarse para saber quien era.

—Hola Dan, emm, hoy no voy a ir a clase pero sí claro otro día vamos juntos.— Pro se subió a un coche con Mack y sin despedirse dejó a Dan atrás.

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⏰ Última actualización: Oct 07 ⏰

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𝙿𝚛𝚘 𝚢 𝚕𝚊 𝚏𝚛𝚞𝚝𝚒𝚙𝚊𝚗𝚍𝚒 ✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora