Un Dorito, un argentino y una guitarrista

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Desde aquel pequeño accidente las cosas en Banff habían cambiado bastante en muy poco tiempo. Menchu decidió quedarse en casa de Lana para evitar momentos incómodos con ya sabemos quien.
El último día de vacaciones Pro estaba en su cuarto cuando le llegó una notificación de una videollamada entrante.
-Hola chicos.- en la pantalla aparecieron Miya, Lana, Fiona y Emily.

-Hola pelirroja, llevas días desaparecida ¿todo bien?- Miya no sabía nada de lo que había pasado.

-Estoy genial, no pasa nada.-

-Oye, vamos a quedar por la tarde. El primo de Emily acaba de llegar a Banff y queremos enseñarle un poco las cosas y eso ¿vienes?-

-Em, ¿sabéis si va Menchu?-

-No va.- dijo Lana sin expresión facial.

-Bien, nos vemos a las siete en el parque donde siempre, adiós.- colgó rápidamente la llamada y volvió a pensar en Menchu y lo que había echo el día de Nochevieja. Seguía sin entender como había podido hacer eso, en aquella ocasión no se lo pensó dos veces. Iba a ponerse a llorar cuando la puerta se abrió.

-Hola guapa, ¿todo bien?- Owen entró y se sentó al lado de Pro.

-Sí papá, todo perfecto.- sonrió de una manera bastante desganada.

-Bueno... Necesito tu ayuda.-

-¿Mi ayuda? Dime.-

-Te necesito para que te metas en el consejo escolar. En ocasiones normales haríamos votación pero con la cantidad de alumnos nuevos que llegan mañana y el poco tiempo que tenemos.-

-¿Consejo escolar? Suena bien.-

-Sí pero es mucha responsabilidad.-

-Bueno, me apunto.- le dijo para que no le diera mucha chapa.

-Gracias, eres la mejor.- le dio un abrazo que hizo que Pro se olvidara de sus problemas por un rato y se marchó a preparar la comida.

A las siete menos cuarto Pro ya estaba en un banco del parque esperando. De repente vio a un chico acercarse. Tenía cara de estar pensando algo muy interesante, era muy muy alto y llevaba una ceja para arriba.

-Hola bella dama.- se agachó y besó la mano de Pro. Ella se asustó y le miró sin decir nada.

-¡Dorito!- Emily llegó corriendo y saludó a aquel chico haciendo un choque de manos muy random. -Pro, este es mi primo, Dorito, viene de Italia y va a pasar este curso aquí.

-Aaaaa, pues encantada Dorito.- Pro cambió su expresión de wtf a una más neutral por modales.

-No sabía que tenías una amiga que era una dama tan simpática y agradable, querida prima.- Dorito hablaba de una manera rara y a Pro le daba mucho miedo.
Por fin llegaron Lana, Miya y Fiona.
La tarde se basó en Dorito mirando con la ceja hacia arriba a Pro hasta que Miya le separó del grupo para hablar.

-Venga, qué pasó con Menchu.-

-Nada... Está todo bien.-

-Claro, por eso Menchu ésta en casa de Lana y no querías salir si iba ella ¿no?- Pro decidió contarle a Miya lo que había pasado porque sabía que él podía llegar a ser muy pesado para convencer a la gente de hablar. -¿!Le besaste?!-

-Eso no se considera beso si quiera. Fue tres segundo de nada.-

-Joder. Bueno, era algo predecible.-

-¿Perdona?-

-Ya sabíamos todos que te gusta Menchu.-

-Ay, que no me gusta. Solo hice eso porque no pensé y me salió solo estaba confundida. Pero no me gusta.- Pro se cruzó de brazos.

-Claro, anda venga admítelo.- Pro puso una cara seria y poniendo la excusa de que era parte del consejo escolar y por ello tenía que marcharse para prepararse, se fue a su casa.

Al día siguiente se levantó para ir una hora antes de la primera clase para saber que tenía que hacer con lo de ayudar a Owen con los alumnos nuevos. Llevaba una caja más grande que ella llena de cosas que su padre le había pedido que llevara sin tener en cuenta que su hija no era capaz de levantar ni una silla. Normalmente Menchu llevaría la caja, pero claro, dadas las circunstancias Pro tendría que ponerle esfuerzo.
Solo dió unos pasos en la calle y de repente se chocó con alguien, todos los papeles de la caja se cayeron.

-¿Estás bien?- una voz con acento argentino sonó detrás de la caja.

-Dios, lo siento muchísimo no veía por donde iba.- al apartar la caja para recoger lo que había caído, vio a un chico alto al que a penas podía ver su cara ya que el pelo se la tapaba.

-No tenés que pedir disculpas. Me llamo Dan, ¿vos...?-

-Soy Pro, Pro Sheeran encantada.-

-Misery- señaló a unos libros que
Pro llevaba en la mano antes de tropezarse con aquel chico. -es una buena película, tenés un gusto piola.-

-¿Piola?- el chico se empezó a reír y Pro puso una sonrisa confusa. Dan le ayudó a meter todo otra vez en la caja.

-¿Necesitás ayuda con eso?-

-No te preocupes tengo que llevarla al instituto está a cinco minutos.-

-También voy allá, yo llevo la caja tranquila.-

Se pasaron el camino hablando, Dan venía desde Argentina para estar un año en Canadá de intercambio, era uno de los estudiantes que Owen le habían dicho.
Llegaron, hablaron otro rato en las escaleras de la entrada, y cuando Pro vio que la Frutipandi estaba llegando empujó a Dan hacia dentro.

-Emm, tengo que irme ahora mismo. Para pasar por la taquilla y eso.-

-¿Tenés algo que hacer después?-

-Nop.-

-¿Podés enseñarme un poco el instituto? Ando bastante perdido.-

-Claro, quedamos en la biblioteca.- Pro echó a correr por las escaleras antes de encontrarse con las Plastilinis, o aún peor, con Menchu.
Tenían clase de valores éticos (que casualmente también daba Owen) y Pro se quedó sentada en una mesa leyendo sin levantar la vista. La clase fue como siempre aburrida, a veces Pro miraba por encima y veía a Menchu mirarle de vez en cuando.

-Bien, quiero que hagamos una tarea para el próximo martes. En parejas vais a debatir sobre una lista de temas que os daré. Para ello debéis preparar vuestros argumentos y con respeto llegar a algún lugar.- Owen cogió un papel y empezó a dictar los nombres de las parejas. - Augusta con Emily, Miya y Lana, Casandra y Amy, Draca y Flautín, Mar y Penélope, Kevin y Mary, Menchu y Pro...- en ese momento Pro dejó de escuchar, se puso a mirar al suelo y pensó en lo que su padre acababa de decir. Sonó el timbre y empezó a recoger (muy despacio como siempre) cuando de repente una mano le tocó el hombro.

𝙿𝚛𝚘 𝚢 𝚕𝚊 𝚏𝚛𝚞𝚝𝚒𝚙𝚊𝚗𝚍𝚒 ✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora