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-Pro... ¿podemos hablar?- Menchu se apoyó en la pared y esperó a que Pro acabara de recoger.

-Hablar, claro ¿de qué?-

-Venga no seas imbécil.-

-Aaaa lo del otro día en la fiesta, no te preocupes eso no fue nada.-

-¿Qué no fue nada? Me besaste literalmente. ¿Eso para tí es nada?-

-Estaba confundida, en serio tranqui. Entre tú y yo no pasa nada. Somos amigas, mejores amigas. Eres mi amiga y eso es lo importante que solo somos amigas. Tenemos una amistad preciosa y te quiero mucho como amiga.- Pro le dio una palmadita en el hombro a Menchu y se fue.

-Tu hija es estúpida.- le dijo a Owen que estaba en una esquina del aula. Salió de la clase y al ir hacia la cafetería delante de la biblioteca vio a Pro encontrarse con Dan. No le conocía de nada y le pareció raro. Pero decidió irse con Miya y Lana.

-Bien, por aquí está la zona de actividades. Allí está el teatro,puedes unirte a algún club, las taquillas y muchas aulas iguales. Abajo está la cafetería y tienes una pantalla enorme que indica dónde están las aulas.-

-Gracias por la ayuda, pero ¿sabés que estaría genial? que vayamos a por un café.-

-Tú sí que sabes, venga sígueme.-

La Frutipandi vio a Pro entrar con aquel desconocido, les pareció raro porque la ansiedad social que tenía ella no le dejaba mantener una conversación por mucho tiempo. Pro parecía estar hablándole de todos los tipos de café que podía escoger, todo con mucha emoción.Los dos cogieron un café y se sentaron en una de las banquetas de la barra. Estuvieron un rato comentando cosas que Dan debía saber a la hora de vivir en Banff, pero la cosa se detuvo cuando Pro vio a sus amigos mirándole desde la otra punta de la cafetería.

-Dan... Tengo que irme. Ha sido un placer conocerte y hablar, espero que podamos coincidir más veces. Recuerda que si necesitas algo estoy aquí. Te di todo el papeleo y ya sabes como a ir a tus clases.-

-Mirá te dejo acá apuntado mi número, hablamos y quedamos alguna vez ¿te parece? Así me enseñás el pueblo un poco.- él le ofreció un papel que Pro cogió sin pensar y con una sonrisa fue a la mesa de la Frutipandi.

-La historia se repite...- dijo Miya con un tono sarcástico.

-¿Historia, qué historia?-

-Acaba de pasar prácticamente lo mismo que te pasó con Mack cuando le conociste ¿quién era ese?-

-Se llama Dan, viene de Argentina y es muy simpático me ayudó a traer una caja hoy por la mañana.-

-Te podría haber ayudado yo con la caja.- dijo Menchu cruzándose de brazos.

-Bueno eso ahora no importa, él es muy simpático y creo que podemos ser amigos.
Además me tenía que encargar de enseñarle todo y de que se oriente bien.-

-¿Sólo amigos?- Lana a veces mostraba interés por las cosas.

-Sólo amigos, a mí ya me gusta alguien.- Pro intentó no mirar a nadie cuando dijo eso. -Y tiene pinta de que es muy gay. Bueno tengo que irme.- se levantó corriendo y fue hacia los baños.

-¡Oye pelirroja, para ahí!- Pro se detuvo en el pasillo.

-Mack... Escucha no quiero problemas.- Mack agarró del cuello a Pro y le empujó contra una de las papeleras.

-Esto no es nada comparado con lo que quiero hacerte en realidad. Que me vuelva a enterar de que besaste a esa drogata. Os ví en la fiesta, encima lo haces delante de todos para humillarme.- se marchó y Pro casi muere de un infarto.
Decidió no decirle eso a nadie para ahorrar problemas y el resto de la mañana fue con normalidad. Al salir del instituto Pro se reunió con sus amigos para volver a casa.

-Entonces está bien todo...¿no?- le dijo Menchu mirándole muy fijamente esperando a que Pro cambiase de opinión con lo de ser "amigas".

-Todo bien.- Pro le sonrió y se marchó hacia su casa.

Después de estudiar y hacer los deberes Pro sacó su móvil y le escribió al número del papel que Dan le había dado.

Después de estudiar y hacer los deberes Pro sacó su móvil y le escribió al número del papel que Dan le había dado

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A pesar de que aquello había sido muy random, Pro salió hacia el instituto y se encontró con Dan.
Fueron a sentarse cerca del río. No hablaron mucho pero tampoco había un silencio incómodo. Cuándo hablaban era para contarse algo interesante que les hacía reír durante minutos. Empezó a llover y se metieron en el kiosko del parque.

-¿Qué te preocupa?- dijo Dan sin quitar la vista de la lluvia.

-¿Nada?-

-Bueno, no soy boludo...-

-No te conozco casi, solo quedamos para que te enseñe bien el pueblo.-

-Pero me podés contar si querés.-

-Es una cosa de lo estúpidamente confundida que estoy con alguien. Pero no quiero aburrirte con eso.-

-Mirá, yo no puedo ayudarte con nada que tenga que ver con esas cosas. Pero puedo ayudarte a tomar alguna decisión o a aclararte. Cerrá los ojos.-

-¿Para qué?-

-Vos cerrálos.- Pro cerró los ojos y se quedó en silencio. -Bien, ahora pensá en un futuro así lindo con esa persona.-

-Ya está...-

-Bueno amiga, si pensaste en alguien sin dudarlo... no sé qué mierda tenés que pensar. Te gusta esa persona y ya, fin del misterio.- Pro se levantó de un salto y mirando a Dan puso una cara de emoción.

-Tengo que irme, que majo gracias.-

-Pro ¿qué decís?-

-Me voy.- Pro salió corriendo y al pasar por delante de su casa vio justo lo que estaba buscando.

-Pro, te estás mojando vas a coger frío como siempre.-

-Menchu, yo te mentí no quiero nada de lo que te dije yo no quiero ser tu amiga, me gustas muchísimo y no quiero fingir más que no lo hago.-

-Pro, cállate.- Menchu sonrió y besó a Pro haciendo que se callara de una vez. Se quitó su chaqueta, la puso en los hombros de Pro y agarradas de la mano entraron a casa.

𝙿𝚛𝚘 𝚢 𝚕𝚊 𝚏𝚛𝚞𝚝𝚒𝚙𝚊𝚗𝚍𝚒 ✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora