LO QUE TE HACE ESPECIAL

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Cierto peliblanco hacía el gremio a paso lento pues regresaba agotado por estar matando mounstros en la mazmorra.

Bell: Con esto será suficiente para pagarle un buena comida a Hestia-sama - Dijo con una sonrisa - No puedo dejar que una Diosa como ella siga comiendo tan poco.

El peliblanco ese día decidió no ir al piso 5 pues aunque la idea paso por us cabeza al ver que habían pocos mounstros decidió seguir el consejo de Eina su asesora.

Bell abrió las puertas del gremio y fue directamente a cambiar las piedras mágicas por valis.

Después de recibir su dinero decidió ir a hablar con Eina, para informarle como le había ido el día de hoy.

Eina: Hola Bell-kun - Dijo con una sonrisa - Cómo te fue el día de hoy?

Bell: Bastante bien, pero hubo pocos mounstros - rasco su nuca - Casi bajo al piso 5 pero decidí seguir tu consejo.

Eina: No puedo creer que pensaste hacer algo tan imprudente - Dijo molesta - Te he dicho que un aventurero no debe aventurarse tanto.

Bell: Lo se - agachó la mirada - es solo que...

Las puertos del gremio se abrieron con fuerza,dejando ver a unos aventureros heridos.

Bell: Bien lo iba diciendo es que realmente no pensaba con claridad - Suspiro - Pero no volveré a hacer nada imprudente.

Eina Asintió sin decir nada y Bell se fue caminando hasta la iglesia abandonada en la cual vivía junto a la Diosa Hestia.

La cual rápidamente salto hacia el para recibirlo, ella decidió actualizar el estado de Bell.

Bell sentía como la diosa Hestia actualizaba su estado y muy profundo en su corazón esperaba que obtuviera una hábilidad o magia que hiciera más sencillo su camino hacia el heroísmo.

Hestia: Si que te esfuerza Bell-kun -le entregó su hoja de estado - A este ritmo llegaras al nivel 2 en dos años, no es sorprendente!

Bell: Claro que sí Diosa Hestia - Dijo con una sonrisa - Debo seguir esforzándome para poder llevar el nombre de la familia en alto.

Hestia Asintió y ambos motivados para seguir esforzándose se durmieron.

A la mañana siguiente Bell se despertó temprano listo para seguir haciendo su trabajo de explorar la mazmorra.

En el camino sintió una mirada extraña la cual venía desde la torre de Babel.

Syr: Aventurero-san - Bell miro de dónde provenía aquella linda voz - Creo que se te cayó esto - le entregó una piedra mágica.

Bell: Eh? Creí haberlas cambiado todas - La recibió - Muchas gracias cómo este - Su estómago rugió - Jejejeje ...

Syr: Espera porfavor - Entro al local que tenían aún lado - Ten - le entró un almuerzo - Es malo que un aventurero vaya con el estómago vacío.

Bell: Pero es tu almuerzo - trato de devolverlo - No puedo quitarle el almuerzo a una chica.

Syr: Tránquilo comeré algo cuando abramos - Sonrió - Y si te sientes en deuda podrías venir y gastar mucho dinero aquí - Bell entendió todo - Que te parece.

Bell: Está bien - sonrió apenado - Nos vemos despues.

El peliblanco fue directamente a la mazmorra para eliminar tantos mounstros como sean posibles.

El paso toda la tarde en la mazmorra pero se hizo un tiempo para poder comerse el almuerzo que la chica le había dado.

Bell: Me trae recuerdos de mi abuelo - Dijo melancólico - Debo demostrarle que puedo ser un héroe.

Un Pequeño Cambio Una Gran RepercusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora