La Capitana Sparrow (Elizabeth Swann X OFC G!P)

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Tercera Persona P.O.V.

Mientras tanto no muy lejos del puerto, en el fuerte. La celebración da comienzo y los tambores comienzan a sonar mientras los soldados entran desfilando firmemente. Mientras las damas de alta cuna se abanican suavemente debido a la calor del día que se presenta. Mientras tanto Anne y Jack miran desde no muy lejos un barco parado en un muelle que parece no tener gran vigilancia debido a la celebración de la que no paran de escuchar a los lugareños mientras caminaban hacia este

En el fuerte los tambores se detienen y las filas de soldados están espalda con espalda mientras esperan sus indicaciones

X: dos pasos al frente, ya -grita una voz a los hombres y estos coordinadamente siguen sus instrucciones. En la entrada del patio del Fuerte se ve un hombre uniformado de diferente forma a los soldados comunes- media vuelta, ya -los soldados da medio paso hacia atrás y se giran sobre sus pies- presenten armas -los soldados inclinan sus mosquetes hacia delante mientras crean un pasillo entre ambas filas de soldados coronado con las puntas de las armas

El hombre uniformado, que ahora podemos conocer como James Norrington camina hacia el frente con gran porte serio sin vacilar en ninguno de sus pasos. Elisabeth se abanica fuertemente debido al esfuerzo por respirar. Norrington llega frente al Gobernador y este le presenta la espada forjada por Will Turner. El ahora Comodoro saca esta de su funda y la examina pasándola de una mano a otra y alzándola hacia el cielo para mirar su curvatura, rápidamente la maniobra por detrás de su espalda y la pasa a la otra mano mientras hace un giro en ella, Elisabeth se ve agobiada mientras respira más pesada y pausadamente

Jack y Anne por su parte descienden una pasarela hacia el muelle, cuando ven de reojo a dos soldados apostados tranquilos entre los barriles de la carga, los hermanos intentan pasar hacia el barco pero se ven interceptados por los soldados que se colocan frente a ellos bloqueándoles así el acceso al barco

Murtogg: no se permite el acceso de civiles a este muelle -dice el más delgado a la derecha

Anne: cuánto lo sentimos, no lo sabíamos

Jack: si vemos alguno seréis informados inmediatamente -ambos intentan rodearlos por la derecha pero estos se mueven de su lugar y nuevamente los bloquean. Ambos hermanos se miran entre sí y regresan sus ojos a los soldados- al parecer hay un jaleo de alto copete en el Fuerte -el soldado de la izquierda, Mullroy, se gira para seguir su señalización

An: cómo es posible que dos caballeros tan gallardos, no merecieran una invitación -hace un pequeño puchero mientras acompaña la frase con un tono de lamento por los soldados- una tarea encomiable sí señor

J: pero en nuestra opinión. Una nave como aquella -caminan hacia la izquierda siendo seguidos de cerca por los soldados, señala una nave en pleno mar- convierte a esa otra en insignificante, ciertamente -ambos soldados miran la nave que señalan y la otra del muelle y de regreso a los desconocidos

Mur: sin duda el Impávido representa el poder en estas aguas. Pero no hay nada que iguale al Interceptor en velocidad

Anne: hemos oído hablar de una -dice alzando la cabeza un poco haciéndose la pensativa con dedo en su barbilla- dicen que es muy rápida, casi inalcanzable

An y J: La Perla Negra -dicen ambos hermanos a la par con un toque misterioso

Mull: oh, oh -se ríe un poco junto a su compañero- no existe ninguna nave que iguale al Interceptor -se ríe ahora más libremente

Mur: la Perla Negra es una nave real -se gira a su compañero para que no se lo tome a broma

Mul: no, no lo es -mira a los desconocidos mientras su compañero sigue fijo en él

Mur: sí, yo la he visto -ambos hermanos se miran entre sí cansados por la escena que saben que va a desarrollarse ante ellos

Mul: la has visto?

Mur: sí

Mul: no, no la has visto -se ríe de su amigo

Mur: sí, la he visto

Mul: has visto una nave -se gira ahora a su compañero- de velas negras, tripuladas por almas en pena y capitaneada por un hombre tan malvado que ha sido expulsado del propio infierno?

Mur: no -le aclara

Mul: no -le sigue y se gira a los desconocidos

Mur: pero he visto una nave de velas negras

Mul: oh...-vuelve a girarse hacia el compañero- solo una nave tripulada por almas en pena y capitaneada por un hombre tan malvado que ha sido expulsado del infierno -Anne le da un golpe en la mano a Jack y este la mira y ella señala disimuladamente al barco y ambos suben sin que se den cuenta los soldados- podría tener las velas negras. Por lo tanto no podría ser más que la Perla Negra, estás diciendo eso?

Mur: no -dice tras pensar un segundo, todo sonriente

Mul: como ya he dicho no hay existe ninguna -recalca a su amigo- nave que iguale al Intercep -se corta pues cuando se giran a los desconocidos ya no están ante ellos y ambos soldados los buscan con la mirada para encontrarlos subidos en el barco con Anne al timón y Jack a su lado mirando los instrumentos del barco

Mur: eh! -les grita- vosotros! -saltan ambos a bordo del barco- salid de ahí -les apunta con su fusil y estos mantienen sus posturas relajadas en cada lugar

Mul: no tienes permiso para permanecer abordo -se pone junto a su compañero adoptando la misma pose

Jack: lo siento, es que es un hermoso barco

An: navío -corrige a su hermano rápidamente

Mur: cuál es vuestro nombre?

An: Smith o Smithy si lo preferís

Mul: y qué habéis venido a hacer a Port Royal, Señor y Señora Smith?

Mur: y nada de mentiras

An: bueno -abandona su lugar al timón y agarra una de las cuerdas mientras juega colgándose de ella- confesaremos -dice bajo el punto de mira de sus fusiles- nos proponemos tomar una de estas naves, reunir una tripulación en tortuga

Jack: y atacar y saquear como unas comadrejas hasta reventar -termina por su hermana ambos usando tonos ligeros y divertidos

Mur: he dicho nada de mentiras -dice incrédulo

Mul: creo que dicen la verdad -habla con su compañero

Mur: si eso fuera verdad no nos lo habrían dicho

An: a menos que supiéramos que no creeríais la verdad aunque os la dijéramos

Ambos soldados abren la boca para replicar cuando la vuelven a cerrar sin saber qué decirle a la mujer ante ellos, ambos hermanos sonríen entre ellos divertidos por lo tontos que pueden ser estos buenos hombres, que hasta les da algo de pena lo que van a hacerles