Prólogo

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 Soy una persona simple. Dicha simpleza consta de chasquear los dedos y obtener lo que quiero, cuando lo quiero. No conozco un no por respuesta, y en caso de recibirlo prepárate para una humillación que jamás podrás olvidarte. Entre fiestas y alcohol la vida es buena, tengo a todos comiendo de la palma de mi mano; soy un pastel, todos quieren un trozo de mí, todos se arrodillan para poder probarme. Soy un escándalo, soy una diosa, y no solo estoy segura de ello, sino que no tardaré en recordártelo. Ubícate en tu posición, estás muy pero muy por debajo de mí.

Un día estábamos celebrando, no recuerdo muy bien el porqué, tan solo creamos una excusa para armar una buena entre todos los del sector. Ese día me encontré con un chico, estaba en mal estado, pero algo en sus ojos estremeció cada uno de mis sentidos. Todos tienen un precio, todos tienen un valor en fajos de billetes, pero incluso cuando le ofrecí de mis riquezas, él me rechazó. ¿Cuál es tu precio, querido mío? De él descubrí que incluso para una persona como yo, el dinero no era suficiente.

El chico que rechazó mi dineroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora