63 La Batalla

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Narra James

Marchábamos hasta la Piedra Ceremonial, sintiendo mi corazón latir en cada paso que daba.

Minerva trotaba a lado mío; pensaba en decirle algo, pero realmente nunca fui bueno en estas situaciones. La muerte... me superaba por mucho, a pesar de que la había visto llevarse a muchas personas que quería.

Nadie había tenido tiempo suficiente para llorar la perdida, o para procesarla, pues la batalla era inminente y debíamos enfrentarla. Para poner un punto final a todo esto, para cumplir una vieja promesa de venganza; ahora sería por partida doble: Por el cazador que debió morir aquel 27 de septiembre del 86 y que al mismo tiempo era culpable por la muerte de TN, el amor de mi vida...

Conforme nos acercábamos, las nubes en el cielo amenazaban con dejar caer la lluvia sobre nosotros, acompañado de una atmosfera demasiado tensa, pareciendo todo tan irreal, digno de una película de cine...

Doy una mirada hacia los lados, observando trotar a mis viejos amigos: Lars, Kirk, Jason y... a mis aparentes nuevos amigos: Raloff, Hadvar y Rasmodius. Todos con caras serias, decididas y andando en silencio. Solo entonces me doy cuenta de lo que tengo y, que es realmente valioso: la amistad...

Llegamos hasta el lugar acordado. Mi mirada se dirige inmediatamente al punto donde murió TN, aun la sangre estaba fresca ahí...

-santa mierda!...- dice Lars, expresando sorpresa

Entonces volteo hacia el frente y, a varios metros de distancia, nos esperaba todo un batallón de lobos marioneta, todos sentados, en espera de recibir órdenes de sus amos

-cuantos creen que sean?- pregunta Kirk

-podría decir... unos cincuenta, tal vez 60- responde Jason, haciendo un aproximado

-pero nosotros solo somos 20!- dice con preocupación el lobo blanco

-no siempre una mayoría significa tener la victoria asegurada, joven Lars- dice Rasmodius, en total calma

-pero seguro debe ayudar, bastante- dice Hadvar

-no es momento de acobardarse. Anciano, Raloff, vallan a sus posiciones- ordeno al par de lobos, mientras corren hacia la base de la piedra –solo son marionetas, siguen siendo lobos. Sin armas de plata- digo en un intento de darles valor a los demás

-además, si hubiéramos traído a todos, hubiéramos dejado las tierras del clan y a los cachorros desprotegidos- apoya Hadvar

-así es. Andando- digo y avanzamos algunos pasos más y nos colocamos cara a cara con aquellos lobos torturados y esclavizados

-sabia elección- escuchamos de nuevo esa voz... esa maldita voz que nos hacía hervir la sangre en furia –un pequeño ejército, pero ejército al fin- continua, pero no lográbamos ver a ningún humano de donde proviniera la voz

-dónde estás?!...- grito, dando un aullido retador, pues sé que no me entiende en esta forma

-el alfa de la manda... siempre tan ansioso por pelear... lo que olvidas es que... jamás juego limpio!- dice de nuevo, aun sin poder verlo. Entonces varios cazadores salen de entre los árboles y la niebla, aproximadamente 15 más; todos equipados con armas de fuego, usando armaduras ligeras con detalles en plata, además de cinturones con munición de plata igual

-pues nosotros tampoco- digo en un susurro, mientras Hadvar da un corto aullido mirando hacia la piedra.

Desde la parte más alta, esperaban Rasmodius y Raloff. El anciano comienza a aullar, en una especie de cantico antiguo, con un lenguaje desconocido para nosotros. Causando que espesa niebla gis comience a descender desde los arboles cercanos, poco a poco inundando el campo de batalla

Hunting Under The Metallic Moon (James HetfieldxTu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora