Hunting Under The Metallic Moon (James HetfieldxTu)

4 Cazadores Engreídos

-pero como llego hasta la cabaña?- pregunto mientras seguimos el rastro lo más rápido y callado que podemos

-debió llegar cuando nos fuimos- dice James

-de seguro percibió tu olor hasta allí- continua Lars

-creo que es momento de que me digan como terminaron aquí...- digo mientras seguimos caminando

-bien, estábamos en una fiesta, nos excedimos, como siempre, y terminamos en el bosque, vimos a cinco cazadores y decidimos atacarlos- comienza James

-lo que no esperábamos era que tuvieran esas armas de plata y en el estado en el que estábamos no logramos atinar las mordidas, solo herimos de gravedad a dos de ellos- continua Lars

-pero antes de herirlo me ataco y decidí que lo mejor era huir, cuando vimos teníamos a tres de ellos detrás de nosotros, nos separamos y yo logre llegar hasta tu cabaña- dice el rubio

-ya veo, fue muy imprudente atacar cuando, claramente, llevaban la desventaja- recrimino

-no necesito un regaño justo ahora y menos de alguien a quien acabo de conocer... mejor sigamos... en silencio- dice con molestia James

Cuando nos acercamos lo suficiente a la cabaña, veo que dos de los cazadores están justo enfrente de la puerta, mirando el rastro de sangre que dejo James ayer

-debí limpiar la sangre anoche...- digo con algo de culpa

-no es tu culpa, nunca esperamos que encontraran tu cabaña- dice James

-pero... falta uno, no?- dice Lars

-seguro está esperando en otro lado, para llamar a sus refuerzos- dice con algo de enojo el rubio

-esperen aquí, yo me encargo de esto- digo

-si aprecias tu vida, no se te ocurra traicionarnos- dice amenazadoramente James

-no lo hare- digo sin más y decido rodear para salir por el extremo contrario de donde estamos y salgo de entre los arboles

-hola, que sucede?- pregunto luciendo natural

-tú vives aquí?- pregunta uno de ellos

-sí, acabo de llegar hace un par de horas, porque?- respondo

-encontramos esta sangre en el suelo, creemos que es de un lobo que perseguíamos anoche- dice el otro sujeto que lo acompaña

-probablemente lo sea, hay muchos lobos salvajes por aquí, por eso he venido, soy TN Wulff- digo

-Wulff?, eso significa que eres hija de "El desollador"?- dice el primer sujeto, recordándome aquel apodo que usaba mi padre, solía sentirse orgulloso de tal nombre otorgado debido a lo que hacía con sus víctimas...

-en efecto, por eso estoy aquí, he venido a seguir el camino de mi padre y acabar con todos los lobos salvajes de alrededor-digo diciendo una de las mayores mentiras que en mi vida he dicho, mientras disimuladamente cruzo mis dedos detrás de mi espalda, esperando que los chicos logren verme y sepan que miento

-y no necesitaras ayuda?-pregunta entusiasmado el primer cazador

-no, no, yo me encargare de ellos- digo tratando de sonar segura

-espera, tu sola?- dice el segundo –eso no suena muy seguro, como vas a hacerlo?-

-por favor... soy hija del mejor cazador que han visto en años, el me enseño bastantes de sus trucos y además tengo eso- digo señalando el cobertizo lleno de armas

-supongo que si...pero, de verdad no quieres ayuda?- dice el primero insinuándose más de lo necesario

-no- digo seria y me alejo un poco

-entonces te ayudaremos rompiendo esto- dice el segundo tomando el viejo candado y rompiéndolo de un espadazo, entonces algunas armas caer dejando ver el horror de ese lugar

-gracias...- digo disimulando mi desagrado

-bien, por si nos necesitas- dice y el primero me da una tarjeta escrita a mano con un número, cuando me la da, ligeramente roza mi mano y me guiña el ojo

-anoche herimos a uno, pero había otro par, asegúrate de matarlos a todos- dice el segundo

-no se preocupen, lo hare. En menos de lo que esperan acabare con todos los lobos de aquí- digo fingiendo seguridad, mientras aguanto las ganas de romperle la cara ahora mismo

-entonces, nos vemos- dice el primero y se van. Cuando están a una distancia suficientemente lejos suelto el aire que estaba conteniendo, como se atreve ese engreído!... Ni siquiera es mi tipo, jamás estaría con un asesino.

Camino directo al cobertizo y cierro de golpe la puerta, evitando el contacto visual con todas esas armas de tortura que mi padre guardaba tan celosamente, esperando no tener que volver a ver ninguna en mi vida

Dejando eso de lado, respiro profundo y regreso a donde deje a los chicos para decirles que es seguro, cuando llego, veo que no están, entonces escucho algunos ruidos no muy lejos, conforme me voy acernado me llevo una sorpresa