Estaba aburrido,en todo lo que llevaba de servicio no había hecho más que papeleo ya que el día de ayer se dió a ejecución un tiroteo donde se lastimó el brazo y su comisario le había prohibido ir a currar con un brazo herido.
Estaba pensando qué podía hacer cuando una idea se le pasó por la cabeza,los mecánicos. Efusivamente saltó de su silla para avisar por radio que iba a limpiar el patrulla y hacer un tipo de receso para alimentarse.
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Entró por aquel portón conocido por todos,amado por pocos y odiado por muchos, según él,apenas aparcó en la parte donde se arreglaban vio a alguien de mono rojo, sonrió maliciosamente.
—¿Cómo estamos hombre?—estaba tranquilo,solo quería joder un poco y después se iría.
En cambio a Conway, Armando estaba que no daba más,ese día solo habían tocado los huevos y sus trabajadores y amigos no habían hecho nada,lo que le cabreaba aún más.
—No estoy de humor Conway, dígame ya qué quiere—se empezó a masajear la cabeza para tranquilizarse, sabía lo que el Super venía a hacer y verdaderamente no estaba de humor.
—Nada, sólo venía a avisarte que como me sigas llamando Conway te voy a desmontar todo chiringuito ¿has entendido capullo?— se bajó del auto tranquilamente y se puso frente al mecánico,en esos momentos no había nadie ya que hoy todos habían salido temprano de sus turnos y las personas se vé que no estaban de humor
—No estoy de buen humor Super Intendente, así que por favor,su viene sólo a molestar le pido que se retire—no quería tener ningún tipo de problema así que era mejor cuidar sus palabras.
Conway no respondió, empezó a sentir pena porque sabía lo que había pasado gracias a los avisos que le llegaban,y de un momento al otro se estaba acercando a Armando,que al ver lo que estaba haciendo se quedó plasmado esperando que el pelinegro le pegara con la porra,cosa que no pasó,ya que sintió unos brazos rodearle por debajo de sus hombros y atraerlo hacia un cuerpo más bajo que el suyo. Al mirar para abajo pudo ver al Super Intendente de la ciudad pegado a su cuerpo dándole un abrazo,le sorprendió pero no se negó,al contrario, rodeó la cintura del contrario y lo atrajo más a él.
—Sé lo capulla que puede llegar a ser la gente,y lo jodido que es soportarlo,pero no te preocupes,ya pasará,mañana vas a estar como nuevo ¡ánimo coño!—no quería que Armando se comportara como él, sabía que nunca sería así,pero igualmente quería protegerlo de terminar igual de jodido que su persona
Armando estaba sorprendido, jamás escuchó mi pensó que Conway sería amable con él,que equivocado estaba.
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Ese día los dos salieron de servicio más temprano y juntos se fueron a la casa del menor de estatura a tomar unos tragos y relajarse de todo.
Después de eso, Conway y Armando todos los viernes después del trabajo iban y se tomaban unas copas juntos mientras se contaban sus vidas.
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Holas
Este one-shot va dedicado para mí por mi cumpleaños ya que no tengo quién me dedique algo me lo dedico yo.
