Los Omega siempre han sido orillados a ser el complemento de un alfa, pero Xue Yang es el Omega más deseado de la cuidad, y el lo sabe.
El usará su aroma para dominar a los alfas hasta que se encuentra con Xingchen, quien no solo no es un alfa domi...
Durante mucho tiempo Xingchen ha luchado en contra de su instinto, y no es por qué reniegue de el, simplemente que no quiere lastimar a alguien con este.
Pero ahora que estaba atrapado en su auto con este Omega realmente le resultaba difícil, poder contener este instinto. Sus manos recorrian el pecho, abdomen y finalmente la entrepierna de el. Quería tocarlo, y hacerlo suyo, le gustaba mucho y no solo su aroma, también le gustaba su sonrisa, y el brillo en sus ojos cuando hacia una travesura.
-- vamos a casa..... Te dejare hacérmelo como quieras. Aun que rudo sería lo mejor. -- el Omega súplicaba entre jadeos.
Xue Yang estaba tan exitado, que pronto comenzó a soltar este aroma a flor de naranjo en el auto. Y Xingchen ya no pudo contenerlo, también el aroma a sándalo se soltó.
Las caricias fluyeron y el aroma también, pero los claxon de los otros autos, los hicieron volver a la realidad.
Los autos comenzaban a avanzar. Y Xingchen debía volverse de el lugar, pero era difícil ya que tenía el cuerpo de Xue Yang justo frente a el. De pronto la puerta de el auto se abrió para susto de los dos.
-- ¡Oye! ¡Imbécil! ¿No ves que el auto de enfrente avanzo?-- un hombre grande le recriminaba.
Era un alfa dominante, que al oler el delicioso aroma de flor de naranjo, que el Omega desprendía, el tráfico paso a ser segundo término.
-- vaya ¿Que tenemos? Es el prostituto de el bar. -- aquel alfa sonríe.-- bien yo también quiero.
Intenta entrar en el auto pero Xingchen cierra la puerta y arranca el auto.
Por primera vez Xue Yang está asustado ya que siempre enfrentó a los alfa tras una celda con barrotes bastante gruesos.
-- vaya que susto. -- dice mirando hacia atrás.
-- irás a casa. Y no saldrás. -- ordena Xingchen en tono seco.
-- tu fuiste quien despertó mi celo así que haste responsable. -- Xue Yang se cruza de brazos.
-- no, tú irás a casa y yo volveré a la mía. -- Xingchen parece estar molesto.
El Omega comienza a llorar, se sienta y mira por la ventana, quisiera abrirla pero sabe muy bien que su aroma saldría de el.
-- ¿tan despreciable soy para ti? ¿Que es lo que no te gusta de mi? Dilo y lo cambiaré. -- ahora Xue Yang no tiene la cara para mirarlo.
-- tu eres perfecto, y no tengo nada que reprocharte, tu rostro es perfecto, tu cuerpo también.-- el alfa no deja de mirar la carretera, por dónde conduce.
-- tu aroma es tan seductor, qué podrías tener a quien quieras. -- se detiene justo frente a la torre.
-- Xue Yang se muy bien que no me amas, y si yo accedo a tu petición, ambos sufriremos por eso. -- el alfa se suelta la camisa. -- yo no busco un compromiso creado por el calor de el momento, yo quiero algo para mí, algo que me dé la felicidad, ahora ve a casa es tarde.
No quiere mirarlo sabe que si lo hace ya no lo dejara salir de su auto. Por su parte Xue Yang se ha quedado sin palabras, no sabe que decir no sabe cómo refutar lo que acaba de escuchar, cada palabra es verdad, y no hay modo de negarlo. No sabe cómo decir te amo, nunca ha creído en esas palabras, y peor aún, las ha echado tantas veces que ya han perdido el sentido y la proporción.
Lo único que sabe es que este lugar lo está asfixiando, no puede más y habré la puerta, el fresco de el exterior se siente tan bien, que quiere correr, fue rechazado.
Está vez fue rechazado por ser perfecto, no fue por ser una zorra o un prostituto al Omega le está doliendo este momento. Sale de el lugar a prisa y entra en el estacionamiento, debe correr o se romperá en el camino y no puede permitir que alguien lo vea así.
Al entrar en su habitación no quiere romper nada ya no tiene ganas de nada simplemente deja caer su cuerpo en el piso, el pecho le duele.
......
Un par de meses después.....
Después de esa noche Xue Yang ya no tuvo la cara para ver a Xingchen, incluso hace un a semana su aroma a flor de naranja cambio, ahora era un poco más ácido de lo que era, y entonces su popularidad bajó.
Esto era muy normal para los patrocinadores de los bares donde solía hacer sus giras, se decia que el máximo de atracción solo duraba un par de años así que su tiempo había pasado, y dejo de ser valioso para la compañía, así que le dieron un dinero por finalizar su contrato y ya no pudo volver a trabajar, sí bien su aroma no era feo no era el mismo de antes.
Ese día el Omega debía ir al banco a ver sus inversiones, era claro que no quería ya que bien sabía que se encontraría con aquel alfa que se atrevió a rechazarlo.
No quiso esperar, se arregló lo mejor que pudo y también se maquillo un poco ya que tenía días que no podía dormir pensando en este momento. Al entrar en el banco era claro que no fue recibido de la misma manera que antes, aquel brillo en los ojos de los alfa ya no existían.
-- buenas tardes, necesito hablar con el gerente. -- dudaba un poco.
Aquel empleado no era capaz ni de mirarlo cuando dijo. -- espere un momento, ya lo llamo. -- y ofreció un asiento.
Cuando la puerta de la oficina se abrió Xue Yang inaló fuerte ya que el aroma de aquel alfa le pareció hermoso.
-- pase. -- indico el empleado.
Al entrar pudo verlo y el parecía ser el único en sonreír. Xue Yang había perdido también su seguridad, ya no se sentía tan confiado como antes.
-- hola gerente. Quiero ver mi cartera de inversión.
Al verlo Xingchen supo muy bien lo que le pasaba, su aroma había cambiado, y aún que no era desagradable, simplemente no era el mismo.
-- claro, podrás ver qué hemos hecho buen uso de tu cartera, y tus dividendos son muy buenos. -- toma unos papeles y lo guia hasta la pequeña salita.
Xue Yang no comprende mucho de esto, solo puede ver al final de todo y se da cuenta que ahora tiene más que antes.
El alfa no puede dejar de mirar, a sus ojos está persona continua siendo lo más hermoso de este mundo.
-- te rendiste muy rápido.
-- ¿perdón?-- el Omega no comprende.
-- para decir que te gustó, realmente te rendiste muy rápido. -- Xingchen le sonríe.
-- tu dijiste que no te gustaba. -- Xue Yang pone las carpetas en la mesa.
-- yo no dije que no me gustas, yo solo dije que hacerlo a tu manera solo nos traería sufrimiento.
-- mi aroma es feo ahora.
-- no es tu aroma lo que me gusta.
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Hola mis queridas amadas he introvertidas lectoras, si pensaban que las dejaría sin capitulo, pues no es así.
Gracias por el apoyo, y por las estrellita que me regalan, de verdad me emociono mucho.
