En Contra De El Destino.

14: Los rosales de el Omega.

A pesar de su mal carácter Xue Yang se sentía feliz de que su madre estubiera en los últimos meses de su embarazo.
Desde que recordaba la cosina siempre olía delicioso cuando ella cosinaba.
Estaba tan feliz, pero al escuchar los gritos de su padre en la entrada, su felicidad desapareció.

-- ¿qué rayos quiere?-- dijo al tiempo que se levantó de la mesa para ir a ver.

-- hijo no salgas. -- su madre suplico

Xue Yang no escucho a su madre, nunca fue de los que escucharán una orden, y en este momento menos.
Pero al llegar a la puerta solo pudo ver como está se cerró con Xingchen estando afuera.
Al intentar abrir escucho como la puerta quedaba bien cerrada con el segundo pasador.

-- Xingchen, abre ahora. -- tiraba y tiraba de la puerta sin lograr que está se abriera.

.....

En el exterior de la casa Xingchen estaba  calmado, y contrastaba con la ira desproporcionada de el señor xue.

-- mi estimado señor Xue por la estabilidad de a'Yang no lo invito a pasar espero que entienda eso.

-- eres un niño tonto ¿que sabes tú de mi familia? Yo solo vine a llevar a mi mujer a casa.

-- usted rompió el lazo con ella, ya no es su mujer.-- apresar de los gritos Xingchen aún conservaba su calma de siempre.

-- lo hice por qué ella me obligó, estúpida Omega tenía su lugar como Omega dominante, ¿Porque no se podía conformar?.

Xingchen se cruzó de brazos he inalo profundo un par de veces. Por más que se esforzaba no podía entender a esta persona.

-- señor Xue en estos tiempos ya no somos animales que tienen varias mujeres o omegas y si estuviera en ese tiempo usted no tendría derecho a tener más de una, no es un rey ni desciende de uno.

Esto molesto tanto a el alfa dominante que se puso rojo y luego morado y después una cosa que parecía negro, a Xingchen le causó mucha gracia ver esto ahora sabía de dónde es que su esposo saco el carácter.
Pero no tuvo el gusto de reír, ya que un puño se dirigió a su rostro.
Solo pudo hacerse a un lado, y dar dos pasos atrás.

-- ¡no corras defiendete bastardo!-- el señor Xue estaba muy pero muy molesto.

Por la ventana la pequeña xiao Lu miraba a su padre y reía parecía que no estaba  tan asustada.

-- papá juega. -- decía mientras aplaudía.

Xue Yang corrió hasta la ventana para mirar con más calma lo que ocurria.
Al ver que por más golpes que su padre daba su esposo lograba evadir cada uno, se tranquilizo.

Con la mirada espectante no tenía más opción que suplicar a una que otra deidad para que no le pasará nada a su esposo, sabía que era débil sabía que uno de los golpes de el señor Xue y no podría ponerse en pie.

-- hijo lo siento talvez deba volver, no quiero causar problemas. -- la señora Xue estaba tan preocupada.

En el patio Xingchen solo podía moverse de manera constante para no ser atrapado por los puños de su suegro, el mismo sabía lo fuerte que podría ser.

-- señor Xue debe calmarse, cuide su salud.

Estás palabras hicieron que está persona se volviera más loca aún.

-- estúpido alfa, si te atrapó desearas no haber nacido.-- decía mientras intentaba sostenerlo.

Desde de un rato el sonido de una sirena se escuchó en la calle, un par de patrullas llegó al lugar, varios policías se bajaron de ellas he intentaron sostener a este hombre grande y fuerte.
Ocho personas no fueron suficiente para poder controlarlo, parecían cucarachas subiendo una montaña, y al moverse el señor Xue estás personas volaban por los aires unos metros.
Para este momento Xue Yang y su madre ya estaban fuera de la casa y miraban todo el cuadro, ella lloraba sin poder detener se, el hombre al que le dedicó su vida estaba causando problemas, lo amaba y le dolía está situación.