❝Lie To Me❞

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"Estoy seguro de que estamos a medio camino" 

Seungmin estuvo leyendo todo tipo de información sobre el chico, la que recaudaron investigando y la que el joven infiltrado les proporciono, por lo que Sung dijo lo más complicado seria ganarse a los dos jóvenes soldados a su lado ya que Changbin era alguien despreocupado cuando los nuevos reclutas entraban. Estudio la personalidad y expediente nuevo que le otorgaron, ya que era alguien que vivía del infiltra miento su expediente estaba limpio y no tendría que cambiar nada, ni siquiera su nombre. Kim paso toda la noche perfeccionando sus respuestas y entrenamiento, no sabía cuánto tiempo estaría allí metido por lo que debía instruirse. Una vez dentro seria vigilado por el agente que ya estaba en la gran mansión, no le pesaba ya que él era bueno ocultándose de sus propios compañeros.

Seungmin entrenaba con arduas rutinas, llevaba una semana completa "trabajando" en aquel hogar como seguridad pero aun no veía rastro del gran jefe, maldecía cada que volvía a casa ya que algunos tipos pagados por la mafia Seo lo seguían para asegurarse de que fuera alguien justo.

Conoció a Jisung, el agente infiltrado antes que él, el chico era realmente egocéntrico y se atrevía a decir que más que él, y eso era mucho. No hablaba casi nada con él ya que lo tenía prohibido y lo que menos quería era causar problemas y que lo sacará.

Yang era su jefe provisional como lo dijo el peli naranja del otro día, el menor era muy agradable y casi nunca los regañaba o colocaba entrenamientos tan pesados. Kim al ser un agente de calidad excelente tenía que fingir un poco de torpeza, aunque realmente no la fingía del todo, su pánico y timidez se apoderaban de su cuerpo cuándo Lee se acercaba con cautela y parecía juzgarle, era la primera vez en toda su carrera militar en la cual estaba asustado.

Kim se encontraba en aquel lugar de entrenamiento conectando pistas y comentarios en su cabeza, justo ahora le estaba dando igual estar entre algunos sicarios que lo asesinarían en segundos.

Atrapado en sus pensamientos termino de colocar todas las piezas de aquellas armas, era un experto que podía armar cualquier tipo de pistola con los ojos cerrados, pero no lo hacía porque sospecharían de él.

Excelente – murmuro sorprendido el peli azul –

Kim regreso la atención a su alrededor al escuchar el comentario del chico, por estar tan concentrado termino el entrenamiento mucho antes que los demás, sonrió avergonzado y agradeció en voz baja.

Nunca habías mostrado es potencial en el entrenamiento – comento Yang quedando de pie junto a el – ¿Por qué?

No lo sé, me distraje y esto paso – respondió algo apenado –

Aunque estoy orgulloso de tu progreso, no vuelvas a distraerte o el jefe se molestara – respondió señalando a Lee –

El azabache desvió la vista encontrándose con la mirada seria de Minho, el mayor odiaba que se distrajeran de sus deberes y aunque Kim era un prodigio no podía dejarlo pasar. Lee era alguien que amaba el orden y la disciplina, por eso estaba en tan buen puesto con el jefe.

¡Hey Kim! – lo llamo Lee – ¡Ven un segundo!

Seungmin asintió y camino con tranquilidad donde estaba su mayor, sonrió levemente e hizo una reverencia.

¿Sucede algo jefe? – pregunto –

Tu entrenamiento es muy bueno, estoy sorprendido por tu progreso – respondió con seriedad – Pero no te distraigas y puede que accedas a mi escuadrón ¿Entendido?

Por supuesto, me esforzare mas – sonrió agradecido –

Más te vale, eres un gran candidato y al jefe puede interesarle – sonrió levemente y se alejó a monitorear a los demás –