INTEGRIDAD

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Loury:—¡No puedo creerte!—

Holly:—¡Créeme! Marlen me pidió ayuda para que Wolf deje a esa chica y regrese con ella—

Loury:—¡Los celos le han desquiciado!—

Holly:—¡Ni siquiera he podido conquistarlo para mí, mucho menos para ella!—

Loury:—¿No le ayudarás o sí?—

Holly:—¡Por supuesto que no!–luego recordó que le había pedido a Heyne alejarse de Wolf–¡Si no le dí importancia cuando me exigió teñirme el cabello, menos ahora!—

Loury:—Esto está que arde, pero ya debo irme, Rory se molestará si sigue esperando más—

Holly:—Está bien, mañana seguiremos—

Loury:—Tienes que contarlo todo—

Luego de despedirse Holly se dirigió al automóvil que la llevaría a su casa pero aún debía esperar a Heyne.
Mientras ella debía dar la vuelta por el edificio de la biblioteca para poder entrar al auto sin ser vista por los demás.

Estaba a unos pocos metros del estacionamiento cuando vió a Warren y a su amigo Hendel caminando en dirección hacía ella, al instante se puso nerviosa por que se encontrarían justo en medio de un angosto pasillo.

Mientras más se acercaban, Heyne podía distinguir que Warren no dejaba de verla directamente a los ojos mientras que ella difícilmente trataba de desviar la vista de él.

Cuando ya estaban cerca, Warren se adelantó un poco a Hendel, caminó en el lado izquierdo del pequeño pasillo y Heyne hizo lo mismo, luego él intentó caminar en el lado derecho y Heyne lo imitó, parecía que bloqueaba su paso con intención.

Warren colocó sus manos sobre los hombros de Heyne y la detuvo, mientras él caminó a su lado, sin decirle ni una palabra.
Heyne se quedó paralizada en el lugar que la dejo Warren, luego pasó a su lado Hendel y le regaló una pequeña sonrisa. Ella se sentía realmente mal.

Warren luego de despedirse de Hendel, condujó rápidamente en su motocicleta a la cafetería de sus padres, deseaba que aún estuviera allí una persona con la que quería conversar.

Justo estaba a punto de entrar cuando una señora con un rostro amigable se asomaba.

Warren:—¡Señora Vindeer, me alegra que aún esté aquí!—

Señora Vindeer:—Warren, hola—

Warren:—Señora Vindeer–pasó una mano por su cabello–¿Me daría su aprobación para acercarme a Heyne? Ella me comentó que a ud no le agradaba la idea que ella tuviera amigos—

Señora Vindeer:—¡No, para nada!–soltó una pequeña sonrisa–Lo que sucedió en realidad es que ayer, ella y su hermana Holly tuvieron una pequeña confrontación, al parecer Heyne tiene cierto interés en el novio de Holly, con lo poco que me agrada ese tal Warrick—

Warren:—¿Quién dice que ella está interesada en él?—

Señora Vindeer:—Holly lo asegura—

Warren:—Debe ser un malentendido, ni siquiera
los he visto conversar—

Señora Vindeer:—Ojalá sea así, no sabes cómo me gustaría que mi hija se fijará en tí, me sacarías de este embrollo—

Warren:—¡Gracias señora Vindeer por tenerme la confianza de acercarme a su hija!—

Señora Vindeer:—¡Sólo te pido que me la cuides mucho y si me disculpas, paso a retirarme y tengo las esperanzas que no encontraré un campo de batalla en mi casa!—

Warren:—Adiós señora Vindeer—

Señora Vindeer:—Adiós Warren—

Warren mientras veía como ella se alejaba pensaba en las palabras << su hermana Holly >>, recordaba a Holly huyendo de él cuando fue a casa de Heyne,¿Cómo no se le ocurrió preguntarle a Heyne lo sucedido?

La señora Vindeer se subió a su coche deseando con toda sus ansias que las chicas se llevaran bien, ésta había sido la primer discusión que tenían en estos dos años de haber conformado una familia.

Mientras tanto Holly aprovecharía su ausencia para acorralar a Heyne .

Holly:—Debes fingir que eres su novia—

Heyne:—Ya te dije que hoy le pedí que se alejara y lo está cumpliendo—

Holly:—Hablas con él y le dices que no te entendió y ya—

Heyne:—¡No haré eso!¿ Además como debo fingir ser su novia?—

Holly:—Los chicos son idiotas, finges que tiene alguna basurita en el cabello o en la camisa y mientras se lo quitas puedes acariciarlo—

Heyne:—¿Estás demente?¡Ayer me pediste que me alejara de él, y hoy me pides que lo acaricie?—

Holly no sabía si contarle o no, el por qué del cambio de opinión.


Entre Amor y OdiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora