𝗛𝗢 𝗛𝗢 𝗛𝗢𝗘

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— V-Vale, e-entonces iré a recoger mis cosas.

Taeyong dijo temblorosamente, sentado aún en la silla frente a Johnny. Se levantó y dejó la habitación rápidamente en cuanto sintió que las lágrimas trataban de bajar por su rostro. Cuando salió se encontró con Ten suspirando mientras mordía sus uñas en el mismo lugar que estaba.

— ¿Qué pasó? —preguntó Ten en cuanto la puerta se abrió.

— M-me d-despidieron —Taeyong dejó las lágrimas correr por sus mejillas.

— Oh, cariño —dijo Ten apretandolo en un fuerte abrazo, no perdió tiempo y correspondió al abrazo de Ten, su respiración se hizo agitada al tiempo que recostó su rostro en el hombro del contrario.

— ¿Q-qué es lo que voy a hacer?

— No pienses en eso por ahora, todo va a estar bien, te lo prometo —Ten acarició su suave cabello rubio para calmarlo— En primer lugar ¿Por qué te despidió Johnny? No hiciste nada malo.

— E-El dijo que m-muchas pe-personas trabajaban aquí, a-así que necesitaba d-deshacerse de m-mí —Taeyong moqueó sintiendo que Ten lo alejaba de él.

— ¡Eso es una mierda! Si alguien debería ser despedido debería ser una de las putas ahí dentro —Ten hizo señas a los camerinos.

— No las llames así, Ten.

— ¡Pero es verdad! Tu eres mejor que ellas en este trabajo, créeme.

Taeyong se quitó las lágrimas— ¿En serio lo crees?

— ¡Claro que sí! Johnny es un maldito idiota por despedirte, es mejor que me creas, va a tener la oreja llena cuando llegue a casa.

— Lo que tú digas —Taeyong rió suavemente, casi podía imaginar a su pequeño amigo despotricando contra su novio. Seguro que era divertido, al menos para él, ver a Ten enfadado— Asegúrate de grabarlo para mí.

Taeyong se dirigió al vestuario y a su pequeño puesto. Ten le ayudó a recoger las pocas cosas que tenía.

— Gracias.

— No es nada, cariño, pero no te olvides de mí. Apareceré en tú casa en cualquier momento que necesites —dijo teatralmente.

— Vale, adiós —Taeyong le dió un último abrazo antes de dejar la habitación por la puerta trasera. El no le dijo adiós a nadie más que Ten. No es como si él les interesara un carajo de todos modos.

Caminaba por las oscuras calles cubierto por un gran abrigo mullido y con dos bolsas llenas de sus cosas en la mano. A pesar de llevar un abrigo, seguía teniendo frío. El clima invernal de noviembre no era muy amable con él.

Siguió caminando, encontrando las calles extrañamente tranquilas, pero no pensó en ello. Entonces, de repente, una limusina negra se detuvo a su lado. Se quedó congelado en su sitio mientras un hombre alto de pelo negro salía del asiento del conductor. Taeyong no iba a negarlo, el tipo estaba indudablemente bueno.

Sus ojos siguieron cada uno de sus movimientos mientras el tipo se dirigía al otro lado del coche y abría la puerta. Taeyong definitivamente no esperaba que saliera otro tipo tan sexy como él, y en su opinión personal, era más guapo que el primero.

Por alguna razón, no se movió cuando el segundo tipo dio pasos lentos hacia él. Era como si sus pies no le dejaran moverse por alguna extraña razón. Taeyong pensó que estaba a punto de ser secuestrado. Pero al menos sus captores no eran unos viejos espeluznantes.

— ¿Quién eres tú? —preguntó finalmente cuando el tipo estaba de pie frente a él.

— Soy Jung Jaehyun, ¿Y tú eres? —el tipo Jaehyun levantó una ceja interrogativamente.