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~3 semanas para navidad~

— ¡Mamá!

Haechan corrió hacia Taeyong enjaulando sus piernas en un fuerte abrazo. El rubio supo en el momento en que lo miró con grandes ojos brillantes que quería algo.

— ¿Podemos conseguir un árbol de Navidad este año?

Bueno, eso no es lo que él esperaba. Esperaba que Haechan le pidiera un juguete o incluso un perro, pero no un árbol de navidad. Ahora que lo pensaba nunca habían tenido un árbol de navidad, ya fuera por el dinero o por el hecho de estar en pleno verano.

— Hummmmm..... bien —Taeyong sonrió como el sol, con más fuerza de la que podía imaginar— Ahora ve a ponerte los zapatos para que podamos irnos —Haechan lo hizo sin dudar, la emoción bullía en su interior.

Taeyong sintió de repente que su teléfono vibraba continuamente en su bolsillo.

— ¿Hola?

— Hola Ángel, ¿Qué planes tienes hoy? —escuchó la profunda voz de Jaehyun desde la otra línea.

— Bueno, Haechan y yo íbamos a ir a comprar un árbol de Navidad. ¿Por qué? —la otra línea quedó en silencio hasta que la voz de Jaehyun volvió a llenar sus oídos.

— Estaré allí en quince minutos.

— Espera, Jae-

Se quitó el teléfono de la oreja dándose cuenta de que Jaehyun debía de haberle colgado. Fue justo a tiempo para que Haechan viniera corriendo por el pasillo.

— ¿Podemos irnos ya?

— Todavía no, tenemos que esperar a que venga papi —era raro llamar a Jaehyun 'papi' sin que fuera de forma sexual.

— ¡Papi viene con nosotros!

— Sí, sólo tenemos que esperar quince minutos más. ¿Puedes hacerlo?

— ¡Sí! —Haechan se sentó pacientemente en el sofá, aunque su paciencia pronto se agotó. Lo que eran quince minutos para Taeyong eran casi una hora para él. Dio un respingo cuando oyó que llamaban a la puerta y prácticamente saltó sobre Jaehyun antes de que pudiera atravesar la puerta.

— Hola a ti también Haechan —gruñó Jaehyun. Agradeció que fuera un niño el que saltara sobre él y no un oso, o un león, o algo por el estilo.

— ¡Podemos ir a buscar un árbol ahora!

— Primero tienes que bajarte de él, Haechannie —haciendo lo que le dijeron el niño se bajó de él y corrió hacia su mamá tomando su mano en la suya. Bajaron las escaleras y Taeyong se sorprendió al no ver a Lucas ni el coche de siempre delante— ¿Dónde está Lucas?

— Es su día libre. Además, no creo que quisiera ir a comprar árboles de todos modos —explicó Jaehyun. Se acercó a un coche negro y le abrió la puerta a Taeyong, que se subió. Luego hizo lo mismo con Haechan.

— ¡Podemos comprar un árbol de verdad! Como el de las películas.

— Haechan no quiero que la casa huela a bosque. ¿No podemos conseguir uno de...?

— ¡Por favor, mami, lo cuidaré bien, lo prometo! Lo alimentaré, le daré agua, jugaré con él, lo...

— Haechan, no es un perro.

— Por favor, mami —suplicó Haechan una vez más.

— Sí, por favor mami —dijo Jaehyun con una sonrisa de satisfacción mientras veía a Taeyong poner los ojos en blanco.

— Bien, pero si encuentro un solo animal salvaje en mi casa están en problemas —los dos sonrieron victoriosos y se chocaron los cinco— Te juro que es como si estuviera criando a dos niños yo solo.

𝗛𝗢 𝗛𝗢 𝗛𝗢𝗘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora