5

547 44 2
                                    

Le dieron el alta a las pocas horas que despertó, y con ayuda de Tsukishima se fueron al departamento de Hinata.

—Voy a comprar comida, ya casi no queda arroz – miró a Kei, el cual estaba acostado en el sillón, abrazando a Hinata por la cintura. – ugh, si lo van a hacer, háganlo en el cuarto de Hinata.

Ambas caras ahora parecían tomates. Kei decidió que de ahora en adelante viviría en el departamento de Hinata, pero obviamente durmiendo con su omega. Lo cual sonaba un poco posesivo, teniendo en cuenta que él y Hinata no eran nada. Pero, él estaba esperando el momento preciso para declararse, todo debía ir a su ritmo. Pero Tsukishima pensaba que tenía muy poco tiempo, los rumores de la ruptura entre Kageyama y Shimizu se esparcían como pan caliente. Y faltaba poco para que llegaran a los oídos de Hinata, o a los ojos.

Dos horas más tarde

—NO PUEDE SER – se escuchó la voz de Hinata desde su habitación, o desde la habitación de ambos.

—¿Dónde dejaste la revista? – Kenma preguntó un poco asustado.

—Creo que encima de la cama. – ambos corrieron en dirección a la habitación donde estaba Hinata. Pero al abrir la puerta se encontraron a Hinata hecho bolita en la cama de Tsukishima y una revista hecha añicos en el suelo. Con miedo, Tsukishima se acercó a Hinata versión bolita, el cual soltaba algunos sollozos. – Hinata, que pasa.

—Me mintieron, me dijeron que Kageyama seguía con Kiyoko-san. Por qué me tuvieron que mentir... porque a mí.

—Hinata... Fue todo por tu bien, ¿o acaso querías tener otra crisis de pánico por ese alfa imbécil que no te supo valorar? Piensa bien Hinata, por algo te dieron ese cerebro que ojalá tengas. – Kei se notaba molesto, ni el sabía bien el porqué. Tal vez estaba celoso.

—Kei... no te enojes... no conmigo. Perdóname. – sintió una cabeza en su espalda. "agh, porque es tan lindo" solo eso bastó para que se diera la vuelta y abrazara a Hinata. Juntaron miradas, y se dieron un corto beso.

—No estoy enojado, solo pienso que tu sigues enamorado de él. Y comparado con él, yo no soy nadie.

Nunca más digas eso. – le apretó la cara con ambas manos – eres el alfa más tierno, dulce y cariñoso que existe en este planeta, y ¿Ya mencioné tierno? – el rubio soltó una risita. – Bueno, llegando al punto, no hay nadie quien te reemplace. Kei, de hecho, eres mi alma gemela. Y no me quiero separar nunca de ti, aunque venga el odioso de Bakayama y venga a pedir mi amor eterno.

—Ejem... ¿ya terminaron?, pareja de melosos – ni se habían acordado de Kenma. De repente tocaron el timbre. – ustedes sigan con lo que sea que estaban haciendo, yo voy a abrir.

—Ahora, Hinata – Kei lo miró a los ojos. – quisieras ser mi novio?

—Ni de coña voy a creer que Hinata no está. – ambos conocían esa voz, pero el peli naranjo tenía miedo, se podía oler en sus feromonas. – este olor... déjame pasar – Kenma no se movía de su sitio. Ojalá Kuroo estuviera aquí, él podría calmar a este alfa. – Kenma, por tu integridad física te digo MUEVETE. – La usó, uso la voz. Kenma automáticamente se movió de su sitio, mostrándole el camino. – gracias Kenma y perdón.

—Maldito alfa...

Ahh, Hinata idiota, que te está haciendo Kei... Tu feromonas dicen miedo. Recorrió toda la casa, buscando y siguiendo el olor de Hinata. Hasta que encontró una habitación, cuarto de Kei, no pasar, decía en negro. Sin miedo abrió la puerta.

—Hinata idiota. ¿Qué mierda crees que haces? – Hinata estaba de puntitas, besando a Tsukishima, más bien él lo estaba besando. Pero al oír la voz del alfa furioso, Hinata se escondió detrás de Tsukishima. Kageyama intentó acercarse a Hinata. Pero el rubio lo movía del lado contrario de donde iba el alfa molesto. – Tsukishima, si no quieres morir, te recomiendo que dejes a MI omega.

—Dejó de ser tuyo la primera vez que te acostaste con Kiyoko-san. ¿Sabes cuantas veces me llamó llorando porque sentía que te perdía? O, las veces que estuve acompañándolo en su celo, durante 3 años estuve junto a él. Y no pienso ceder. No ahora, después de todo lo que he conseguido.

—Qué lindo monólogo, y ahora Hinata, ven. Nos vamos. – uso la voz de nuevo. Pero Hinata estaba tomado de la mano de Tsukishima, el cual no lo soltaría nunca. Pero, la voz era más fuerte, Hinata agitó su brazo, intentando que Tsukishima lo soltara, pero Kei tiró de su brazo y lo abrazó, soltando feromonas para poder calmarlo. – Hinata. Nos. Vamos. – Pero, Hinata no le hacía caso.

—Ay, parece que el rey no puede seguir controlando a su reina. Qué lástima — dijo el rubio con sarcasmo.

—Que mierda le hiciste.

—¿Yo? Yo no le hecho nada, es el mismo que no se quiere mover.

Hinata nos vamos — gritó el alfa tomando la mano del peli naranjo y dejando ver la "marca" — ¿por qué no está? — susurró examinando la zona. Miró a Hinata buscando explicación.

—No lo sé...

FLASHBACK; día de la graduación.

—Oi, vamos Kageyama-kun, no te aguantes. Colócame todas las pelotas que puedas. – Él y Kageyama estaban en el gimnasio, con sus uniformes sudados y la respiración agitada. Bueno, era lo normal después de unos cuantos pases. Los dos estaban acostados en el piso, derrotados, cansados, agotados, y todos los demás sinónimos.

—Oi, Hinata idiota. – Los dos estaban demasiado cerca, peligrosamente cerca. Pero Hinata aun así dio vuelta su cabeza para mirar a Kageyama. – ¿Te puedo besar? – Hinata con las mejillas sonrojadas asintió. Kageyama se subió encima del contrario, y lento lo besó. Ese fue el primer beso de Hinata, pero no de Kageyama. Y se notaba que tenía experiencia. Movía sus labios de modo que ambos disfrutaran. Se separaron por falta oxígeno.

—Waaa, eso fue como paam y puuum y yeeeeew.

—Habla en japonés Hinata idiota. – Hinata se empezó a reír. Y por primera vez, sintió las feromonas de Hinata. Tenían olor a cítrico, que irónico. – Hinata – gimió en su oído.

—Oi, Bakayama.

—Hinata, hagámoslo.

—Q-que? ¿Qué cosa?

—Ya sabes, sexo

 ゚+o。o。o+゚☆゚+o。o。o+゚☆゚+o。o。o+゚☆゚+o。o。o+゚☆゚

Lxs tkm <3

Mai fueraaaa ------------->

Editado: 13/07/2023

Eclipse ☀ (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora