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Kageyama Tobio, alfa, y en estos momentos estaba pasando por lo peor que cualquier alfa puede pasar, lastimar a su omega.

—Chibi-chan, ¿estás bien? – Kageyama ya no sabía en qué momento había soltado a Hinata, ni cuando Kuroo se acercó a su omega, o cuando Kei lo golpeó en la cara. Todo estaba dando vueltas.

Un teléfono sonando. Shimizu lo estaba llamando.

Aló? Tobio, cariño, ¿Dónde estás?

—Eh – miró a Hinata que estaba siendo abrazado por Kei – en la casa de Hinata. ¿Dónde estás tú?

—En nuestra casa. ¿No te has olvidado de él? Ya van a ser 4 años de nuestra relación. Puede ser que lo hayas marcado, pero yo soy tu alma gemela. Ya olvídate de ese omega, concéntrate en mí.

Kageyama lo meditó, Kiyoko tenía razón, ¿Por qué no se podía olvidar de Hinata si ya tenía a su alma gemela a su lado? Para empezar, él fue el primer en engañarlo. Aunque Hinata dijera millones de veces que era asunto sin importancia, respecto al tema del vínculo con el alfa, sabía que a Hinata le dolía verlo con alguien más, lo sentía.

Amor, ven a casa, te estaré esperando.

Y colgó.

Pesadamente, se levantó del suelo. Le dolía el cuerpo, sentía como mil agujas clavaban su corazón.

Síntoma de la ruptura del vínculo.

Pero Kageyama no se quedaría de brazos cruzados. Hinata aún lo amaba, aunque el omega quiera romper el vínculo, el alfa sabía que el omega aún pensaba en él.

DOS HORAS DESDE EL INCIDENTE

—¿Estás seguro que no te hizo nada más? – Kei de rodillas, inspeccionaba al omega, de pies a cabeza pensando que Kageyama le había hecho algo más, teniendo en cuenta lo morado que se hicieron los moretones de las muñecas.

—Kei, estoy bien. No me hizo nada. Solo me duelen las muñecas un poco.

Kei lo miró con su clásica mirada. Esa de "no te creo nada, pero por ser tú te lo creo". Soltó un largo suspiro, se levantó del piso limpiando sus jeans y se sentó al lado de Hinata.

—No quiero que ese alfa se acerque a ti, no tiene por qué hacerlo él ya tiene su familia. ¿Por qué después de 4 años se digna a volver a tu casa?

—Tal vez fue porque estoy intentando romper el vínculo – Hinata se pasó la mano por la nuca, donde estaban las inexistentes iniciales de Kageyama. – pero, bueno. Las cosas ya están hechas, así que no nos podemos echar para atrás. Y no, no quiero ponerle una orden de alejamiento por si eso pensabas.

—¿Por qué adivinas mis pensamientos, enano? – a Hinata realmente le molestaba que le dijeran enano o que jugaran con su estatura, pero era Tsukishima Kei, su alfa, y solo por ser él lo toleraba. Tsukishima le revolvió el pelo y le sonrió. – tranquilo, Kageyama no vendrá por mucho que quiera.

—Bueno. Te creo, pero si se digna a venir acá, me voy del país. – dijo levantándose de la cama para ir al balcón. Kei soltó una sonrisita.

—Bien, bien. Solo si me dejas acompañarte. ¿A qué país te gustaría ir? – Kei se acercó a Hinata mientras lo abrazaba por la cintura.

—Hmmm, me gusta Brasil. Es un país muy bonito, o por lo menos eso decían los libros de historia. – ambos rieron ante el comentario de Hinata. Tsukishima abrazó fuerte a Hinata, como si tuviera miedo de que se fuera.

—No me voy a ningún lado, Amargashima. Estaré aquí cada vez que despiertes. – le dijo dándose la vuelta para rodear su cuello con los brazos. – no me iré, por la garrita. – mostrándole el meñique, Tsukishima Kei creyó en esa promesa.

—Por la garrita. – se fundieron en un beso cargado de amor, esperanza y un "no volverá a pasar, tranquilo"

La noche era bastante helada, si no se abrigaba bien, probablemente enfermaría. Pero eso no le podía importar menos a Kageyama Tobio.

—Maldito Hinata, cómo se le ocurre dejarme y cortar el vínculo. – Kageyama llegó borracho y enojado a su casa, chocando con muebles y sillas, logró llegar a la habitación.

—¿Tobio? – Kiyoko se despertó al escuchar todo el ruido que su prometido había hecho. - ¿estás borracho? – Kageyama se rio.

—OBVIO QUE LO ESTOY, ESTÚPIDA OMEGA. MI OMEGA ME DEJÓ. EL ESTÚPIDO OMEGA CON EL QUE ESTOY ENLAZADO ME DEJÓ. – Kageyama se tiró al piso y lloró. Lloró como nunca lo había hecho.

—Amor, mírame – Shimizu se paró de la cama y se acercó al chico. – márcame. Ahora yo soy tu omega, márcame porque yo nunca te dejaré, no como esa mandarina parlante. – Kiyoko esparció feromonas por todo el departamento, logrando que Kageyama se relaje.

Hinata se despertó con una gran punzada en su nuca, una muy dolorosa.

—¿Hinata? – Kei se despertó al escuchar los gemidos de dolor que su pareja daba – Hinata, ¿estás... bien?

—Me duele Kei, la marca me duele. – Tsukishima prendió la luz de la lámpara y revisó la marca de Shoyo.

—Está roja – Kenma llegó corriendo a la habitación que el omega compartía con el alfa.

—¿Shoyo estás bien?

—Kenma, hay que llevarlo al hospital. La marca está roja. – Kenma fue a su habitación y se puso ropa decente, mientras Tsukishima ayudaba a Shoyo a vestirse. Luego de unos minutos, estaban los cuatro en el auto de Tsukishima yendo al hospital.

—¿Aló Akaashi?

—¿Kenma, que pasa?

—Estamos en camino al hospital, la marca de Shoyo está roja.

—Bien, entren por urgencias, ahí los estaré esperando.

—Gracias, Akaashi. 

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Editando detalles uwu

Lxs tkm <3

Mai fueraaaa ---------> 

Editado: 13/07/2023

Eclipse ☀ (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora