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Hinata sentía su cara ardiendo.

—S..sexo?! – Kageyama se acercó peligrosamente (de nuevo) y atacó sus labios. – Oi, Bakayama. – Hinata se sentó a horcadas, dejando las dos erecciones en contacto sobre la ropa. Ambos gimieron al sentir la calidez del otro.

—Se mío, Hinata. – y así, Hinata no pudo más, su lado omega necesitaba al alfa, pero debía tener en cuenta que eran amigos, si algo pasaba iba a ser muy incómodo. Pero su lado omega ganó.

—Claro, Bakayama...

Una guerra. Si, así lo podríamos llamar, guerra de quien tenía el control. Estaba claro que Hinata sería el uke, pero igual le gustaría tener el control, pero Kageyama era más fuerte.

Luego de unos cinco minutos de puros besos y con unas erecciones más grandes que la torre Entel, Hinata se atrevió y rozó el miembro de Kageyama, haciendo que este gimiera en lo bajo.

—Agh, Hinata – Kageyama se sentía en la gloria, Hinata le estaba haciendo una felación de primera.

—Ah, Kageyama-kun, hazlo de nuevo...

—Qué cosa boke...

—Gemir mi nombre. – y dicho esto, Hinata se sentó a horcadas encima de él, con la erección de Kageyama tocando su para nada dilatada entrada.

—Ahhh, Hinata. Basta, me estás haciendo sufrir. – Hinata seguía intentando que por lo menos la punta entrara, pero no podía. – Ok, tú te lo buscaste – y dicho esto, dio una gran embestida, haciendo que toda la longitud de Kageyama entrase en la ahora si dilatada entrada.

Hinata estaba en la gloria. Pero no todo es de color de rosas...

—Asahi-san, por favor coloque un par de balones para mí, ¿Sí? – con suerte lograron entrar al depósito del gimnasio para que no los encontrasen.

Pero, Kageyama no daba tregua, seguía embistiendo al pobre de Hinata que luchaba para que no se escucharan su gemidos. Cuando ya se dejó de escuchar los balones golpear el piso, y la puerta del gimnasio cerrarse, Hinata gimió lo más fuerte que Kageyama pudo haber escuchado. Lo encontró, encontró ese punto dulce donde Hinata se volvía loco. Después de tocar ese punto unas dos o tres veces, Hinata se corrió, con un gran gemido.

No supo cuando fue, o si sintió dolor. Pero al mirarse al espejo del baño, pudo ver en su nuca con una marca. Su marca. El gran Kageyama Tobio había marcado al pobre Hinata Shoyo.

—¿Te duele?

—Nop, para nada. – dijo fríamente. – Oi, Bakayama. ¿Me estas escuchando?

—Perdón, que decías?

—Que si compraste la pastilla del día después.

—Ah, eso. ¿Es realmente necesario? Digo, quiero tener un hijo contigo...

—Pero no ahora Kags. Recién terminamos el colegio. Nos toca ir a la universidad y estudiar lo que queramos.

—Bien, entonces, cuando terminemos la universidad y lo que queramos estudiar, ¿quisieras tener una familia conmigo?

—Wow, nunca pensé que llegaría este momento. Pero, si, acepto.

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PRESENTE:

—¿Que le hiciste a Shoyo? – Kageyama estaba más que enojado, estaba furioso, Hinata al ser su omega tendría que obedecerlo. Ellos tenían un vínculo, que los unía para siempre. Salvo el hecho que Hinata estaba intentando romper el mismo.

—Ay mi querido rey, no le he hecho nada. Es él, ya no quiere estar contigo. Es fuerte de escuchar que tu omega se separará de ti, sobre todo porque EL MISMO está rompiendo el vínculo — dijo Tsukishima con burla.

Kageyama no escuchó más y golpeó a Tsukishima en el rostro, dejándolo en el piso con la nariz sangrando. Aprovechó la oportunidad y se llevó a Hinata, el cual aún estaba en shock por el golpe.

—A dónde vas Kageyama? – Kuroo Tetsuro, alma gemela de Kenma y amigo de Hinata y Tsukishima, lo estaba esperando en la puerta del pequeño departamento. Al ver las muñecas rojas de Hinata y el fuerte agarre que tenía Kageyama no lo soportó. Ningún alfa, por muy alta sociedad que sea no puede ponerle un dedo encima a un omega. – Hey, Tobio. Suelta a Hinata. Te lo aconsejo, ver a lentes-kun enojado es divertido, pero peligroso.

Kageyama estaba confundido. ¿No lo iba a detener? ¿Solo le diría eso?

—Lo tendré en cuenta, Kuroo-san. Ahora si me permite. – Su día podía ponerse peor? Kuroo se puso en frente de la puerta, impidiendo su paso. Solo pudo apretar el agarre de la mano de Hinata, cuando escuchó un "auch" giró a ver al omega, el cual tenía las muñecas rojas por el agarre que Kageyama le hacía. "Que puta mierda estoy haciendo"

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Lxs tkm <3

Mai fueraaa -------------->

Editado: 13/07/2023

Eclipse ☀ (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora