Cuando a Xie Lian se le permitió salir de aquella habitación, lo primero que hizo fue correr hacia donde antes estaba Hong -er.
Lo primero que vieron sus ojos fue la habitación hecha un desastre, podía ver la tinta regada por todas partes que Hong-er había usado para escribir, y pudo ver sus vendas atoradas en la ventana.
Había un ligero olor a sangre y a Xie Lian se le entumecieron los huesos, dio tres pasos mirando de izquierda a derecha, y se hincó recogiendo las sábanas regadas al mismo tiempo que sus ojos se enfocaron en la venda que colgaba en la ventana, la tela blanca se ondeaba suavemente pareciendo que el viento se la llevaría, así que Xie Lian se apresuró y la tomó entre sus dedos, sintiendo el ardor en sus ojos y el dolor en su pecho.
En esta habitación le enseñó a Hong-er a escribir, en esta habitación le prometió que lograría juntar su reino y el reino de las criaturas mágicas.
En esta habitación le dijo que viviera por él.
Y ahora solo había una venda siendo la única evidencia de su existencia.
Tomó la suave venda que pasó de ser roja a ser blanca después de que Xie Lian la hubiera lavado para Hong-er, le había dicho que no se la pusiera cuando estuviera con él, al final Xie Lian estaba maravillado de verlo como era y odiaba que se tapara cuando decía que era un monstruo, lástima que también fue lo que lo condenó, si tan solo le hubiera dicho que se tapara no hubiera terminado así.
Si se hubiera tapado nadie sabría que era un dragón.
Xie Lian apretó fuertemente el puño sintiéndose culpable, estiró la tela y la enrolló en su muñeca, la suave tela casi lograba asemejar el color de su piel así que podía confundirse si no se miraba atentamente.
-Su alteza -
Feng Xin entró después de un tiempo mirando sus acciones desde atrás.
Su vista se fijó en la tela que colgaba de la muñeca de Xie Lian y tuvo ganas de vomitar, sabía perfectamente de quién era y porque se la había puesto, ¿Cómo podía extrañar a un monstruo?
No sabía cómo entrar y hablarle a su amigo, sabía las ambiciones del chico y desde muy pequeño recordaba que los planes de Xie Lian siempre fueron unificar a los dos reinos, recordaba como el pequeño príncipe miraba maravillado desde su balcón el extenso bosque que se podía observar a kilómetros de Xian Le y se paraba de puntillas para ver si había algo mágico ahí rondando, por supuesto siempre su padre llegaba y su maestro lo regañaba contándole miles de veces la historia del derrocamiento de Gudu y lo malo que eran las criaturas.
A Xie Lian no le gustaba esa historia y siempre prefería hacer dibujos de criaturas mágicas y crear las suyas, a veces se ponía su corona de príncipe y fingía ser el rey de los dos reinos, moviendo con gracia su mano y sonriendo cuando Mu Qing y Feng Xin lo miraban.
Al principio los dos amigos reían y tenían el mismo sueño que Xie Lian, siempre se unían a los juegos de Xie Lian imaginando que salvaban a muchas criaturas y vivían con ellas, pero después se dieron cuenta de la triste realidad, los humanos y las criaturas no podían vivir juntas.
-Su alteza ¿Qué está haciendo?-
Cuando Mu Qing entró a la habitación, se acercó a Xie Lian tratando de inspeccionarlo, su alteza estaba arrodillado mirando a la ventana dándoles la espalda, desde esa posición no podían ver su rostro.
Mu Qing dió unos pasos antes de sentir como lo jalaban del hombro
-¡¿Qué rayos haces?!- Feng Xin lo detuvo a unos metros de Xie Lian, Mu Qing iba a reprochar, sus ojos se tornaron oscuros y volteó enojado, pero a sus espaldas Xie Lian se levantó y los miró.
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El Príncipe Cazador
FanficDesde el ataque del dragón Gudu, en el reino de Xian Le había una regla muy estricta. No asociarse con el mal. Tal vez había normas como las de no robar, no matar entre otras, pero si había una que no podía ser nunca tolerada era la de asociarse c...