bakugou no controlo la fuerza con la que lanzó sus explosiones y kirishima no reaccionó a tiempo.
- la imagen utilizada para la
portada no es de mi propiedad,
todo crédito a su autor.
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bakugou observaba a su mejor amigo descansar, en todo el rato que el había llegado a su habitación del hospital -unos 30 minutos, quizás- el pelirrojo no se había movido.
observaba el rostro de kirishima, lleno de moretones y cortadas que posiblemente se conviertan en cicatrices.
el rubio se comenzaba a impacientar, el ver a kirishima mover su pecho en señal que respiraba no le bastaba. el quería que kirishima despertará.
el deseaba que lo hiciera, anhelaba con todo su ser el que el teñido abriera aquellos ojos y le mostrara esa sonrisa puntiaguda que lograba tranquilizarlo y transmitirle tanta paz que era casi imposible de creer.
era impresionante el gran efecto que causaba kirishima en bakugou.
bakugou se levantó de su asiento, miró a kirishima por unos segundos.- iré por agua, vengo en un minuto.- le dijo, se sorprendió a si mismo el que estaba hablando con alguien inconsciente. una parte de el esperaba que el pelirrojo estuviera escuchando.
salió de aquella habitación, encontrando se con aizawa afuera, el pelinegro lo miró con curiosidad, a lo que bakugou le contó que buscaría agua, el mayor asintió y el rubio caminó en busca de aquella bebida.
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estuvo unos cinco minutos buscando alguna máquina expendedora en el hospital, cuando la encontró sacó unas monedas de su bolsillo de su uniforme y la introdujo en aquella máquina. sacó su botella de agua y fue de nuevo al cuarto de su mejor amigo, esperando que, cuando llegue, su amigo despertará.
al llegar vio a aizawa afuera, caminando de un lado a otro mientras veía el piso, se notaba demasiado ansioso, lo que provocó preocupación y temor dentro de katsuki.
- ¿sensei?- pregunto en voz baja.
- bakugou - al ver a su estudiante el héroe se detuvo, camino hacía el y habló con un tono de terror, y su cara no estaba mejor.
-¿qué- qué sucedió?- tartamudeo.
- el - aizawa suspiró, tratando de calmarse.
- ¿qué sucede, maldita sea? - la paciencia que bakugou tenía comenzaba a escasearse, no grito pero si uso un tono de voz más alto.
- el dejó de respirar, esta en una cirugía para reanimarlo.
bakugou sintió todo su corazón ser estrujado, sus piernas flaquearon y se cayó al piso, su cabeza daba vueltas y sentía que el aire le faltaba.
esto no podía estar pasando le.
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