One Night ➜ [k.th]✓

Noche | parte 11

—¿Debería de arrepentirme? — aún seguía sin mirarme, pero aún así podía descifrar la frialdad que su mirada.

Él tenía razón ¿Acaso debería de arrepentirse por dejarme sola, solo por perseguir su sueño?

Ahora me preguntó ¿Alguna vez me amo? Por algún motivo me sentí ahora molesta, frustrada y una idiota por amarlo tan locamente, tan dolorosamente y tan ciegamente.

—¿Por qué volviste? — mi ceño se frunció, pero inmediatamente lo relaje cuando TaeHyung posó su mirada en mí. Una mirada tranquila, de esas que me daba por las noches cuando estábamos juntos alguna vez.

—Porque tengo que remediar algo — se colocó de pie soltando un suspiro mientras pasaba las palmas de sus manos por su rostro y luego revoloteo su cabello semi largo, el cual quedó todo desordenado al terminar.

Solté una risilla irónica al escucharlo ¿A qué juegas, TaeHyung?

—Un corazón roto tiene cura, cuando una nueva persona llega a ocupar el lugar de la que te hizo daño. Yo sane de esa forma mi dolido corazón, pero el recuerdo lo que algún día fuimos, seguirá impregna en mis pensamientos para siempre. Aprender a vivir es fácil pero olvidar no — me quedé callada ante sus palabras, el nudo en mi garganta empezó a formarse tanto que mis palabras pesaban, y mi corazón dolía.

Se acercó más a mí y quedó al frente.

Sentí como mis ojos empezaron a picar de una manera exagerada y de algún modo me obligaba a llorar, no quería pero al final de tanto luchar la primera gota de lágrima se derramó por mi mejilla, pero al instante se desapareció cuando TaeHyung la borro con su pulgar. Mi cuerpo sintió un escalofrío al sentir su cálido tacto en mis rojas mejillas.

—No llores, Hani, no soporto verte llorar — lo escuché soltar suspiros cansados, baje la cabeza y mire sus pies que estaban chocando con los míos.

Soltó mi mejilla y lo vi moverse a un lado, hasta dejarse caer a un costado de mí. TaeHyung se había sentado a mi lado y tomo mi mano el cual estaba posando en el colchón a mi costado, justo en la de él también.

Levanté lentamente la cabeza y lo miré a los ojos, de él estaban triste como si quieran decir algo que no se atrevían y aquello causaba más angustia en mí.

Continúa...→